El evento tuvo lugar en Gaviao Peixoto, en el interior del estado de San
Pablo, donde la Empresa Brasileira de Aeronáutica cuenta con una de sus
plantas más importantes.
Encabezada por el presidente de la
compañía brasileña, Jackson Schneider, y el ministro de Defensa de ese
país, Celso Amorim, en la ceremonia fue presentada en sociedad una
unidad del nuevo avión producido por Embraer, que buscará competir con
los C-130 Hércules.
Allì, compartieron el palco Rossi y
autoridades de Portugal y de la República Checa, socios estratégicos de
Embraer y la Fuerza Aérea Brasileña en este desarrollo, al igual que la
Argentina.
Además de Rossi, en representación del país
estuvieron presentes el secretario de Ciencia, Tecnología y Producción
para la Defensa, Santiago Rodríguez; el titular de la Fuerza Aérea,
Mario Callejón; y auroridades de la Fábrica Argentina de Aviones
(Fadea).
Justamente Fadea, reestatizada en el 2009, es la
compañía de bandera que puso en marcha una línea de producción en su
planta en Córdoba para la producción de seis componentes del flamante
KC-390, entre ellos parte de la compuerta trasera, las puertas
protectoras del tren de aterrizaje delantero y el cono de cola.
“Para
la aeronáutica argentina esto es un hito fundamental. Poder participar
con Fadea, que es la fábrica estatal, de este proyecto nos pone en el
lugar que nosotros queremos estar, que es participando como proveedor
asociado con una de las empresas aeronáuticas más importantes del
mundo”, sostuvo Rossi.
Así lo señaló en diálogo con la prensa
tras el roll out que, como es de rigor, finalizó con las autoridades
descorchando y derramando dos botellas de champagne sobre la trompa de
la nueva aeronave, que previamente había sido expuesta al público en
medio de una nube de humo verde y amarillo, colores de la bandera
brasileña.
“Este proceso de asociación estratégica que tenemos
con Brasil encuentra en el KC-390 un punto de inicio; no un punto de
llegada”, resumió Rossi, quien indicó que “esta experiencia exitosa” le
significó al país “un esfuerzo importante, que implicó la inversión de
35 millones de dólares en Fadea para montar la línea de producción de
los componentes del KC-390”.
“Ciertamente esto acerca a Fadea al
lugar adonde la queremos poner, que es un lugar de excelencia”, subrayó
el titular de la cartera de Defensa.
Por su parte, el ministro de
Defensa de Brasil, Celso Amorin, aseguró que, para su país, “la
asociación con Argentina es algo fundamental” y constituye “la más
estratégica de todas las alianzas”.
La provisión de componentes a Embraer por parte de FAdeA constituye la primera exportación de la compañía en veinte años.
Embraer
es la tercera fabricante mundial de aeronaves -produce aviones
comerciales, militares y ejecutivos-, luego de Boeing y Airbus.
En
la producción del jet bimotor KC-390, la Fuerza Aérea Brasileña es la
propietaria intelectual del proyecto y, a la vez, primera compradora,
dado que ya ordenó formalmente la adquisición de 28 unidades, cuya
primera entrega está prevista para finales del 2016.
En sus
declaraciones, Rossi consignó que Argentina “tiene un compromiso de
comprar seis unidades del KC-390, que permitirán completar la
performance de los Hércules con los que actualmente cuenta el país, que
son seis”.
El acercamiento entre Fadea y Embraer se remonta al
2011, cuando Argentina y Brasil firmaron un acuerdo de cooperación que
derivó luego en un contrato entre ambas empresas, para que la compañía
argentina proveyera de partes a la brasileña.
“Es un motivo de
orgullo para la industria aeronáutica argentina y para Fadea que, en el
nuevo avión, la bandera argentina esté junto a la brasileña, la
portuguesa y la checa”, resumió Rossi, parado justamente al lado del
avión que, en sus laterales, luce esas cuatro banderas.