Sin aludir con palabras a la muerte del fiscal federal Alberto Nisman,
cargó contra el “gran operativo de las corporaciones” para intentar
vincular ese episodio “con el gobierno de nuestra compañera Presidenta,
quien prefiere seguir trabajando por todos y cada uno de los
argentinos”.
Luego sostuvo que ese caso evidencia, como nunca
antes ocurrió, a los grupos económicos que “han hecho mucha plata” y que
aún así “son los grandes detractores de la política del crecimiento, la
equidad y la inclusión social” que impulsaron y llevaron a cabo los
presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
El jefe de
gabinete admitió que no esperaban esos mensajes de “las mafias y grupos
económicos y mediáticos”, y sostuvo que junto a la presidenta de la
Nación “hay dirigentes políticos con dignidad, con hidalguía y con
coraje para defender lo que hicimos y para seguir construyendo la
grandeza de la patria”.
A continuación remarcó: “Representamos un
proyecto político que transformó la Argentina y la provincia. Y lo
hacemos con el orgullo de sentirnos protagonistas de un cambio
histórico” y que este año “la opción, como siempre, es elegir a un
presidente de la democracia o a empleados de las corporaciones”.
Por
ello cree hay grupos que “no pueden ver a la Argentina en paz” ,
recordó que esos grupos económicos y mediáticos que “pactaron con la
dictadura, con la sangre de la dictadura, quisieron lograr hegemonía
comunicacional para extorsionar a los gobiernos democráticos. Quisieron
quedarse con el monopolio de la voz, la imagen y la comunicación”.
Después
destacó que “no quieren un presidente de la democracia, sino un
empleado de las corporaciones. Esto fue así a lo largo de la historia
argentina”.
Y agregó que el gobierno, junto al movimiento político que lo respalda, pretende “gobernar en paz y para el pueblo”.
“Queremos
un presidente de la democracia y estamos dispuestos a defender este
proyecto con independencia económica, soberanía política y justicia
social”, dijo Capitanich anoche en el tramo final de su discurso.