"Es un momento histórico sin ninguna duda por varias razones. Una de
ellas es simbólica y no hay que dejarla de lado, porque se da en
momentos donde disputamos con Gran Bretaña la soberanía de nuestras
Islas Malvinas y vale recordar que ellos también intervinieron en el
trazado de los trenes para su propia conveniencia", dijo Recalde.
En
diálogo con Télam, el diputado del FpV señaló que la estatización de
los trenes es una "reivindicación que viene del fondo de la historia" y
que implica "una enorme ventaja para todo el pueblo argentino por varias
razones".
Entre ellas, mencionó la "defensa del medio ambiente
que significa una apuesta al ferrocarril como transporte" y dijo además
que "vamos a ahorrar costos" ya que el Estado Nacional, al administrar
los ferrocarriles, "va a cobrarles a las grandes empresas que utilicen
las vías el canón que corresponde".
En ese marco, Recalde expresó
que -tras la aprobación de la ley- se "puede renegociar los contratos
que continúan concesionados, o que el Estado los administre
racionalmente", pero "todo vuelve en beneficio del pueblo argentino".
También
señaló la "carga afectiva" que representa para él este proyecto, ya que
en la década del '90 se desempeñó como abogado de La Fraternidad, el
primer sindicato de la Argentina, que nuclea a los conductores de
trenes.
"En la Semana Santa de 1990, cuando se estaban por
privatizar, el gremio había declarado un paro. Fue cuando Carlos Menem
pronunció la frase 'ramal que para, ramal que cierra'", recordó el
legislador.
Por último, sobre la postura de la oposición respecto
a la ley, recordó que cuando se aprobó la media sanción, tras el debate
en la Cámara de Diputados, el oficialismo "saltaba de alegría, mientras
que la oposición no, se mantuvo seria".