“Lo que hicimos es reducir la escala para los que ganan entre 15.000 y
25.000 pesos”, afirmó Kicillof tras señalar que “no se cambia el mínimo
no imponible ni el momento dónde se toma”, referencias que fueron
oportunamente reformuladas mediante el Decreto 1242 del 27 de agosto de
2013, en el que se fijó la nueva base de tributación.
En ese
sentido, Kicillof precisó -en declaraciones a FM Blue- que la
modificación de escalas alcanza a “quienes cobraban entre 15 y 25 mil
pesos en 2013”, al señalar que “las deducciones es lo que se tiene
atribuciones de cambiar desde el Poder Ejecutivo”.
La norma
firmada en 2013 por el entonces ministro de Economía Hernán Lorenzino
dispuso los actuales pisos salariales de 15.000 y 25.000 pesos que
resultaran “devengados entre los meses de enero a agosto del año 2013”
para los trabajadores de la denominada cuarta categoría del impuesto a
las Ganancias.
Kicillof resaltó que “había algunos gremios que
planteaban como principal problema el Impuesto a las Ganancias” por lo
que entendió que “ahora que el impuesto para la franja que va de 15 a 25
mil pesos y abarca al 70 por ciento de los que pagan Ganancias,
representa una reducción significativa equivalente a un aumento de
sueldo de 5 o 6 por ciento”.
Sobre la oportunidad en que
se dará a conocer en el Boletín Oficial los detalles de lo anunciado
ayer por el gobierno nacional, el funcionario dijo que “como los sueldos
ya se liquidaron” esta modificación regirá “a partir del sueldo de mayo
que se paga en junio, por lo que hay tiempo de publicar la resolución
hasta la liquidación” próxima que se realiza el día 20.
También
durante la jornada, Kicillof dijo que "está instalado que el impuesto a
las Ganancias afecta a todos los trabajadores. Es mentira, solamente
paga el 10% que más gana, no es un tema de la clase trabajadora en
general".
Al contextualizar el anuncio en el momento de inicio de
las discusiones paritarias, Kicillof advirtió que "el Gobierno no va a
avalar aumentos de salarios en las negociaciones paritarias que luego se
lleven a precios o se pretendan solventar con subsidios del Estado".
"El
empresario tiene que ser responsable y discutir sanamente con el
trabajador en base a lo que puede pagar. El Gobierno no pone techo ni
discute con los trabajadores, porque no paga de su bolsillo. Pero hay
que tener bases reales, en un contexto de baja de la inflación, porque
si no se perjudica a todos los consumidores y usuarios", aseveró el
ministro.
En declaraciones a radio Vorterix, Kicillof afirmó que
la medida anunciada "tiene un costo fiscal elevado", a la vez que
resaltó la "mayor progresividad" del sistema tributario, aún sin una ley
que haya dispuesto una reforma impositiva amplia.
Sobre el
debate de los últimos años generado en torno al Impuesto a las
Ganancias, Kicillof entendió que existe “mucha campaña mediática de
medios opositores que intentan instalar que el Gobierno le roba el
salario a los trabajadores, pero el impuesto no es el más alto del mundo
ni de la región: en la Argentina es el 6% de la recaudación, en Chile
el 8,6% y en Brasil el 7,2%", precisó.
En ese mismo sentido,
rechazó afirmaciones de "algún sindicalismo que dice que el impuesto es
expropiatorio o que el gobierno se lleva todo", cuando en algunos
gremios "equivale a la cuota sindical que pagan todos los afiliados,
mientras sólo el 2% tributa Ganancias" por sus altos sueldos.
El
ministro volvió a comparar -como lo hizo ayer en conferencia de prensa-
la incidencia del gravamen con la cuota por el servicio de TV cable, de
600 pesos mensuales, y recordó que con Ganancias se financian planes
sociales, y que cada trabajador recibe un subsidio equivalente a 3.300
pesos anuales por las subvenciones al sistema de transporte.
Para
ejemplificar el peso de la modificación en el salario de bolsillo, el
Gobierno que para un trabajador casado con dos hijos que cobra un
salario bruto de 20.000 pesos pasará de pagar Ganancias de 1.280 pesos a
397 pesos, de acuerdo al nuevo régimen, es decir una reducción del 69
por ciento.