En otro orden, consideró que la designación de Germán Garavano como
ministro de Justicia del próximo gobierno "es una muy buena elección"
porque "gestiona bien, sabe, y es muy serio", y destacó su trabajo en
temáticas de acceso a la justicia y violencia doméstica.
Consultada
sobre el legado que deja la Corte Suprema de Justicia tras doce años de
integrarla, destacó los avances en materia de derechos humanos, acceso a
la justicia y la integración con las cortes provinciales.
"No
hay marcha atrás en favor de los derechos humanos, no sólo en delitos de
lesa humanidad sino en general, y también es muy importante el avance
en la formación de una Red Latinoamericana de Acceso a la Justicia que
lidera la Argentina".
Además, Highton de Nolasco subrayó la
coincidencia de la Corte Suprema con las políticas de Estado en materia
de derechos humanos al señalar que "son adecuadas" y que la prosecución
de los juicios de lesa humanidad son "una base importante de la que se
puede hablar como algo diferente" que se produjo a partir de la
anulación de las leyes de obediencia debida y punto final dictada por el
Máximo Tribunal en 2005.
Al referirse a la composición de la
Corte Suprema que quedará con tres miembros a partir del 11 de diciembre
tras la renuncia de Carlos Faytt, la magistrada consideró que "el
número ideal es de cinco membros".
"Lo ideal es que esté
integrada con mayores ideas, como cualquier tribunal colegiado, aunque
con tres miembros puede funcionar igual en caso de disidencia en un
fallo porque se puede llamar a un conjuez", explicó.
Aunque
aclaró que los cargos vacantes "son decisión del Ejecutivo y del
Senado", remarcó que lo que importa "es (que tenga) un perfil
democrático, independiente, con conocimientos, y honesto" y declaró que
"sería bueno" que se sume "una mujer más, en línea con el decreto que
habla de la diversidad de género".
Sobre el cuarto mandato que
lleva Ricardo Lorenzetti como presidente de la Corte, Highton de Nolasco
afirmó que la falta de alternancia "es una decisión interna" y que
"normalmente los presidentes siguen (no se renuevan) salvo que existan
peleas".
"Si quiere seguir (Lorenzetti), puede, yo no ambiciono la presidencia porque me encuentro muy bien como vicepresidenta", agregó.
De
cara a la nueva etapa que comenzará el 10 de diciembre, señaló como
importante que la Corte Suprema "siga como lo estamos haciendo" y puso
como labor "fundamental" que "se completen los cargos subrogantes" luego
del fallo que por unanimidad declaró inconstitucional el nombramiento
de jueces en esa condición.