Alarcón es empresaria y fue parte de "Felices los niños", la polémica
fundación de Julio César Grassi que derivó en una causa por abuso de
menores. A ella siempre la acompaña Ana Delia Maggi, esposa del represor
Ernesto "Nabo" Barreiro, el ex militar que aseguró conocer el destino
de 25 desaparecidos.
Ellas asisten desde la asunción de Macri a
los lugares donde se desarrollen actividades por los Derechos Humanos
para hacer lobby por sus maridos presos. Y presionan tanto al Secretario
de Derechos Humanos, Claudio Avruj, como a Mariano Fridman, responsable
del programa "Memoria, Verdad y Justicia" del Gobierno nacional (ver
foto).
Alarcón en uno de sus posteos en Facebook lanza
una teoría repudiable: "Pobre país en el que los jueces coimeros,
"militantes" de la mentira de los 30.000 son los que imparten "justicia"
y tienen como rehenes a ancianos indefensos en venganza porque no
pudieron implantar un estado totalitario comunista".