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 Solo habían recibido el aviso de qué iban a hacer los del PRO. Así, el 
jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se retiró durante 
un discurso presidencial, mientras el gobernador de Jujuy, Gerardo 
Morales, se quedó. Más tarde, un comunciado de Juntos por el Cambio 
intentó dar una señal de unidad.
Lo cierto es que el tema de 
levantarse e irse no surgió espontáneamente: fue producto de una dura 
discusión interna dentro del PRO antes de la asamblea legislativa. Hubo 
distintas posiciones. Quienes se negaban, planteaban que los dejaba peor
 parados irse ante la alusión a una investigación sobre la deuda. Pero 
finalmente --y como viene pasando en cada discusión-- se impusieron los 
halcones de Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Así las cosas, la noche 
del lunes Cristian Ritondo como jefe de bloque del PRO se comunicó con 
los jefes de los otros bloques y les anunció que el PRO se iba a retirar
 si había algún tipo de alusión a la querella criminal u otro tipo de 
agresiones. Hasta Rodríguez Larreta se había plegado a ese plan, pero no
 consiguieron irradiarlo al resto de los aliados. La UCR y la CC 
comunicaron que no iban a acompañar el gesto del PRO.  La sesión comenzó
 caldeada. El radical Mario Negri protagonizó el primer entredicho: 
cuestionó que no lo dejaban tomar la palabra para pedir un minuto de 
silencio por Ucrania. Todas las bancas de JxC tenían la bandera 
ucraniana enfrente. Finalmente, el que pidió ese minuto fue el 
Presidente. Negri se quejó amargamente de que no lo dejaron a él ser el 
que pedía, en nombre de Juntos por el Cambio, ese minuto por los 
ucranianos. "Fue una pijotería", afirmó sobre el hecho.
Luego llegó 
el momento que desde el PRO habían anticipado: el Presidente recordó que
 Macri fue quien tomó la deuda con el FMI y que hay una investigación 
penal iniciada por el Gobierno para determinar si se cometieron delitos 
en la toma de un crédito por 45 mil millones de dólares, con plazos 
impagables. “Los argentinos y las argentinas tienen el derecho de saber 
cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto 
desatino”, dijo Fernández, junto a la vicepresidenta Cristina Fernández 
de Kirchner, que esbozaba una media sonrisa.
A la señal convenida, 
Ritondo avisó que se iban. Se levantaron primero los que habían empujado
 para lograr ese momento: Gerardo Milman, mano derecha de Patricia 
Bullrich, y los dos diputados Fernando Iglesias y Waldo Wolff, que 
comenzaron a gritarle al Presidente. También gritó el radical Alfredo 
Cornejo, quien optó por quedarse y consiguió que Fernández le retrucara:
 "Vos sabés que no miento, Alfredo". Otros integrantes de la bancada, 
como Luis Juez, tampoco se fueron.
Comunicado exprés El gesto de irse
 buscó generar una ruptura y poner en crisis la votación que se viene 
del acuerdo con el FMI, de forma similar a como lo hicieron con el 
rechazo del Presupuesto 2022. Patricia Bullrich, de hecho, salió al 
instante a cuestionar: “El PRO no va a aceptar el insulto y que después 
nos pida que les votemos", dijo la presidenta del PRO, en plan de 
conseguir un rechazo del acuerdo.
Del lado de Larreta, no quisieron 
quedarse atrás. Diego Santilli tuiteó: "¿El Presidente nos habla desde 
Narnia? Le pide ayuda a la oposición para buscar consensos y un minuto 
después miente y agravia. No nos votaron para ser testigos silenciosos 
de tanto desastre e impunidad".

