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forma previa a la firma del Convenio Urbanístico y la ausencia de la 
elaboración del Estudio Diagnóstico y la Evaluación de Impacto Final” en
 torno al proyecto inmobiliario conocido como “Costa Urbana”. En rigor, 
el predio en cuestión pertenece a la empresa IRSA, no obstante el lugar 
no tenía, antes del convenio, el permiso necesario para la construcción 
de viviendas en altura dado que solo estaban autorizados usos deportivos
 ya que allí iba a levantarse la Ciudad Deportiva Boca Juniors, algo que
 nunca ocurrió.
ciudad: por primera vez en 20 anos, el umbral de la 
indigencia subio mas de 10%. En la sentencia, Ammirato sostuvo que “el 
procedimiento administrativo que condujo a la firma del convenio 
urbanístico está viciado, en tanto omitió la instancia participativa que
 la ley impone” y añadió que “este vicio del trámite se traslada al 
convenio que es su consecuencia y a la ley que lo aprobó”. Con estos 
argumentos, resolvió hacer lugar parcialmente a la acción de amparo 
entablada “admitiendo en parte la pretensión formulada en la ampliación 
de la demanda, y, en consecuencia, acogiendo la impugnación del convenio
 urbanístico firmado entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la
 empresa IRSA”.
Así lo informaron los amparistas, que en julio del 
2021 elevaron el recurso colectivo ante el juzgado en lo Contencioso, 
Administrativo y Tributario 10, a cargo de Aurelio Ammirato, para frenar
 el acuerdo urbano sobre el predio de España 2230/40 que permitió la 
construcción de una decena de torres de 145 metros de altura. La causa 
judicial fue impulsada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad 
(ODC), el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPYPP), la 
Cátedra de Ingeniería Comunitaria (CLIC), Unidad Popular (UP) y la 
Defensoría de Laburantes (La Defe).

