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se ofrecieron en alquiler un 30% menos de propiedades que en el mismo 
período del año anterior.
alquileres y expensas: cuanto van a pagar los inquilinos en febrero
Otro
 dato que se desprende del relevamiento es que sobre el total de 
unidades en alquiler se redujo significativamente la proporción de 
viviendas usadas, que pasaron a representar el 87,6% del total. Desde el
 Ministerio de Hacienda y Finanzas de CABA señalaron que incrementaron 
su participación en un 10% las unidades a estrenar.
En paralelo, se 
registraron aumentos que duplicaron las cifras del año anterior: en el 
caso de los monoambientes, los aumentos alcanzan el 103%, mientras que 
para los departamentos de dos ambientes ascienden a un 95,2% de suba 
interanual.
Estos indicadores explican en parte las dificultades de acceso a la vivienda que se viven en varias ciudades del país.
Desde
 Inquilinos Agrupados, Gervasio Muñoz, aclaró a Ámbito que las 
dificultades de acceso a la vivienda abarcan a más de la mitad de la 
población porteña: “Se podría decir que hay un 65% que tienen 
dificultades para acceder a la vivienda”.
También señalan que el 
déficit poblacional se presenta en múltiples dimensiones. Según 
comentaron desde la entidad, el 40% de la población de la Ciudad son 
inquilinos, mientras que el 15% vive en villas y el 10% en hoteles. En 
esta coyuntura intervienen una multiplicidad de variables que suman al 
déficit habitacional que atraviesa la Ciudad de Buenos Aires pero 
también muchas otras ciudades del país. La inflación, la pérdida de 
poder adquisitivo del salario y la ley de alquileres son dos de los 
elementos generalmente señalados a la hora de detallar las dificultades 
de acceso a la vivienda.
Según un informe de la consultora PxQ, el 
peso del alquiler en el salario privado volvió a crecer a partir de 
julio de 2022. Considerando el promedio de CABA, el alquiler representa 
en 48% de un salario promedio, por encima de lo que representó en el 
período de 2012-2015 (un 41%) y entre 2016 y 2019 (un 42%).
Sin 
embargo, legisladores porteños y organizaciones de inquilinos traen a la
 discusión la irrupción de un nuevo actor: las plataformas de alquileres
 temporarios.
Desde Inquilinos Agrupados difundieron esta semana la 
expansión del alquiler temporario, sobre todo en el corredor que abarca 
las zonas más ricas de la ciudad.
Desde septiembre de 2022 a partir 
de la sanción de la Ley 6.625 es obligatorio registrar las viviendas 
dispuestas para alquiler temporario. Sin embargo, hasta el día de hoy, 
hay casi 300 viviendas inscritas de un total estimado que supera las 
20.000 viviendas ofertadas en plataformas con ese fin. Entre ellas se 
encuentran más de 17.000 viviendas completas, 1.996 habitaciones y 106 
habitaciones de hotel. Además agregan que en los últimos 3 meses la 
oferta aumentó un 19%.
El legislador porteño Manuel Socías destacó en
 diálogo con Ámbito que no se trata de un problema de la norma en sí, 
sino que apunta que la dificultad es que “no se prevén sanciones” para 
quienes no registren la propiedad o para las plataformas que las oferten
 a pesar de no estar registradas.
Según Socías, la problemática del 
déficit habitacional tiene en parte como raíz que el sector privado 
inmobiliario construye para satisfacer la demanda de dólares, y no la 
demanda de vivienda. Y parte de la explicación de esto radica en que en 
la economía quedaron pocos vehículos para acceder a dólares.
Segun el censo de 2010 en la ciudad de Buenos Aires habia cerca de 340.00 viviendas ociosas.
La
 necesidad de revisar la distribución de la vivienda tiene como razón el
 caudal de demanda de alquileres: “La tasa de inquilinos hoy es del 20% 
en Argentina y eso fue creciendo en los últimos años de forma muy 
acelerada, en un mercado de alquileres desregulado y que es informal. 
Hay muy poca registración de los contratos de alquiler en Argentina”, 
señaló Socías. La necesidad de revisar la distribución de la vivienda 
tiene como razón el caudal de demanda de alquileres: “La tasa de 
inquilinos hoy es del 20% y eso fue creciendo en los últimos años de 
forma muy acelerada, en un mercado de alquileres desregulado y que es 
informal. Hay muy poca registración de los contratos de alquiler en 
Argentina”, señaló Socías.
El legislador remarcó que lo que está 
pasando en Buenos Aires es que se registra un progresivo y acelerado 
aumento de alquileres turísticos temporarios y se retrae la oferta de 
propiedades del mercado de alquiler residencial permanente y se vuelca 
al turístico temporal.
El problema es la rentabilidad
“Eso tiene 
dos problemas, que se retrae la oferta permanente por una razón muy 
básica que es que la rentabilidad anual promedio del alquiler turístico 
temporario es entre tres y cuatro veces más grande que la rentabilidad 
de un alquiler residencial permanente”.
El problema de la 
rentabilidad ya fue alertado. Según la consultora PxQ, la caída del 
rendimiento del alquiler tradicional impulsa a la búsqueda de una mejor 
tasa de ganancia.Si se suma que por el tipo de cambio, Argentina es muy 
barata para turistas extranjeros, la oferta busca ese mercado.
“Si se
 compara el rendimiento anual de un alquiler tradicional y diferentes 
alternativas de alquileres temporarios en función del valor actual de 
las propiedades en Recoleta y Almagro, es evidente la conveniencia de 
una alternativa de negocio frente a la otra”, agrega el informe.
Medido
 al tipo de cambio contado con liquidación, la rentabilidad de alquilar 
un departamento de dos ambientes es del 2,6% anual. Antes de 2018 se 
ubicaba en el 5% y en 2006, en el 9%.
Ahora si miramos el rendimiento
 anual de un alquiler en el barrio porteño de Recoleta por 10 días es 
del 4%, asciende todavía más si se alquila por 15 días y se ubica en el 
6% y para el alquiler por 20 días se calcula que es del 8,1%.
En el 
caso del barrio de Almagro, el rendimiento del alquiler tradicional es 
del 2,6% anual, pero para los alquileres temporarios por 10, 15 y 20 
días, el rendimiento anual asciende al 3,6%, 5,4% y 7,2% 
respectivamente.
“El total de metros cuadrados en alquiler 
tradicional en CABA está en mínimos históricos. Este fenómeno está 
relacionado con el bajo rendimiento que genera para el propietario, como
 ya se analizó previamente”, concluyen en el informe.
“Hay un problema de incentivo muy fuerte”, sentencia Socías.
Otro
 problema que subraya el legislador que se desprende del crecimiento del
 alquiler temporario es la dolarización del mercado de alquileres: “La 
referencia del mercado de alquileres en general se empieza a fijar en 
dólares. Entonces ahora es habitual ver ofertas de alquileres 
permanentes en dólares. Por supuesto también tiene que ver con la 
inflación”.
Socías remarca que la problemática del alquiler 
temporario no es local. “A nivel global lo que ocurre es un debate en 
todos lados sobre el tema, en Europa, Estados Unidos, México, Colombia. 
Lo que se está haciendo no está funcionando.
El legislador señala que
 el primer desafío está en la registración y argumenta que “algunas 
ciudades restringen el número de días que pueden estar disponibles las 
propiedades en las plataformas, algunas están prohibiendo la existencia 
de multipropietarios, es decir inversores que compran en conjunto 
propiedades para volcarlos directo al mercado de alquiler temporario”.
¿Cuáles son las soluciones posibles?
Para
 Socías, existen dos opciones: “Una prohibicionista, que es salir a 
combatir Airbnb, y la otra es trabajar sobre el mercado de alquileres 
residenciales permanentes para recomponer la rentabilidad. Ahí hay que 
trabajar sobre la estructura de costos del propietario, que son las 
tasas municipales, los impuestos nacionales, y los impuestos a las 
ganancias u otros tributos. Creo que hay que explorar la posibilidad de 
que aquellas propiedades que vuelvan y formalicen los alquileres y 
respeten el sistema de referencia de precios para ir bajando la inercia,
 a esos se les podría ofrecer algunos beneficios en referencia al pago 
de bienes personales o ganancias”.
“La otra es trabajar con un 
esquema de subsidiar la demanda, ayudar a los inquilinos a pagar cuotas 
del alquiler o subsidiar la oferta, que el estado le pague al 
propietario una suerte de cuota trece”.
Otra opción que ve posible es
 pensar un crédito a tasa subsidiada para el ingreso de los inquilinos y
 otro para el propietario, para la puesta en valor de la propiedad una 
vez terminado el contrato.
Ley de alquileres
A diferencia de las 
críticas habituales, Socías no ve que el problema sea motivado por la 
Ley de Alquileres: “La Ley de Alquileres es como el aloe vera, se le 
atribuyen nuevas consecuencias todos los días. Yo no creo que haya una 
causalidad tan directa en términos del efecto entre la ley y eso. Si que
 fue producto de una campaña tremenda contra la Ley por la retracción 
del mercado de alquileres. Lo que creo que pasó producto de esta campaña
 fue un fenómeno de las expectativas de los propietarios de retirar las 
propiedades porque ‘la ley es muy mala’. La ley tiene problemas pero no 
es una mala ley, primero porque instaló en el debate público la 
necesidad de pensar el tema de los alquileres como un problema y puso 
tres o cuatro situaciones que están bien. Que los alquileres están 
registrados, puso un coeficiente de actualización que está bien, que 
acompaña a la inflación, pero no permite que se desbanden”.
Sin 
embargo señala que la ley tiene un problema “de enfoque. Hay que 
trabajar más sobre el lado de los incentivos que sobre el lado 
punitivo”.
“Hay que reorientar la política habitacional pública a la 
producción de un stock de viviendas públicas de alquiler, introducir 
viviendas que sirvan como precio testigo para armonizar los precios del 
mercado de alquileres”.
“El problema de la vivienda se soluciona por el lado de la oferta, como quien para quien se construye”, concluyó.

