La emblemática marca Mauro Sergio, símbolo de la producción textil nacional, enfrenta una de sus peores crisis. La empresa Textilana S.A., dueña de la marca y ubicada en Mar del Plata, despidió a 150 operarios y redujo su producción en un 20%, en el marco de un proceso de reestructuración interna que refleja una problemática mucho más profunda: la pérdida acelerada de terreno frente a la importación de ropa extranjera. Desde su fundación en los años 70, la textil marplatense fue modelo de integración productiva, pasando del hilado para terceros a la fabricación completa de indumentaria. Hoy se encuentra sobrestockeada y sin demanda, en una temporada invernal que no trajo alivio. Ya pasaron de tener 350 trabajadores a poco más de 200, según denuncian los gremios, que además alertan por despidos sin indemnización y renuncias forzadas por bajos salarios y falta de pagos.