La medida suma presión a los precios de las naftas y el gasoil, y las
petroleras deberán definir en las próximas horas si trasladan la suba
impositiva a los surtidores. El decreto, que lleva las firmas del
presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el
ministro de Economía, Luis Caputo, modifica el cronograma de aumentos de
los impuestos a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono
(IDC), que habían sido diferidos durante los trimestres finales de 2023
y todo 2024. Establece una aplicación parcial a partir de este viernes y
posterga el resto para septiembre.
Informate más. En concreto, el
texto del decreto detalla que, entre el 1° y el 31 de agosto de 2025,
para la nafta sin plomo y nafta virgen, el aumento será de $6,954 por
litro en el ICL y de $0,426 en el IDC. Para el gasoil, en tanto, la suba
será de $5,615 en el impuesto a los combustibles líquidos y $0,640 en
el impuesto al dióxido de carbono.
El precio de la nafta y el gasoil
La
decisión de aplicar un incremento parcial responde a la estrategia del
equipo económico de escalonarlos con el objetivo de evitar un salto
brusco en los precios de la nafta y el gasoil.
Por caso, YPF, la
petrolera de mayoría estatal que concentra más de la mitad del expendio
de combustibles en el país, aumentó en dos oportunidades los precios en
los surtidores. El incremento a lo largo del mes totalizó 6,1%. Además,
la compañía implementó un esquema de precios diferenciados por franjas
horarias (más baratos en los momentos del día de menor demanda y
viceversa).
La nueva suba de impuestos podría impactar en los valores
que pagan los consumidores a partir de agosto. De todas maneras, YPF
decidió dejar de comunicar los aumentos mensuales como una referencia
única de precios y aplicar cambios de forma cotidiana en función de la
dinámica de la oferta y la demanda.