Todo el establishment tiene en cuenta un clima social, político y
económico que está alterado y en el que, con una imagen pública
deteriorada, los mensajes oficiales se chocan con una sensibilidad
distinta a la del inicio del mandato. El escenario hoy tampoco no puede
entenderse sin la dimensión económica y política estadounidense. Del
Capitolio a Wall Street: la mirada crítica del exterior
El timing del
pedido de rescate cayó en medio de un shutdown por el que le llueven
cuestionamientos a Donald Trump. La senadora Elizabeth Warren, una de
las más críticas de los planes del Departamento del Tesoro, compartió un
video de Milei cantando y señaló en X: “Este es a quien Donald Trump
quiere darle USD 20.000 millones de nuestro dinero mientras destripa la
asistencia sanitaria de los estadounidenses en su país” “El colmo de la
vergüenza es Milei haciendo de rockero en un gran concierto pagado con
dinero del Estado para lanzar su libro celebrando su 'milagro económico'
mientras el peso implosiona, el Gobierno está en quiebra, los bonos se
desploman y su ministro de Finanzas está en Estados Unidos pidiendo un
rescate”, escribió Saifedean Ammous, autor del best seller The Bitcoin
Standard. Es un malestar que se cuela en los mercados foráneos, al
menos, como una reacción emocional, aunque no tuvo impacto, por ahora,
en los precios. “Estamos en un momento de vaso medio vacío. Si hay que
cambiar expectativas, no ayuda. No las empeora, pero las confirma”,
planteó el dueño de un fondo de inversión de Wall Street a PERFIL.
Derrota electoral y crisis económica: ¿se avecina el fin del modelo Milei con un 'takeover' de Macri?
Un
asesor de bancos estadounidenses coincidió en que la temperatura, si
bien no está en ebullición, chocan las formas “iguales a las de Donald
Trump”. “El estado anímico no cambia pero serán interesantes las
reacciones a las elecciones, el tema acá es que el shutdown empaña la
visibilidad en lo que se refiere al swap”, argumentó bajo la lógica de
que el tema es que no sea percibido como un crédito que utilice fondos
públicos, justo en un contexto de debate caliente en el Capitolio por el
cierre de Gobierno.
“Inconveniente y equivocado”: el malestar del
establishment argentino. Medios del exterior lo caracterizaron con
críticas. El británico The Guardian aseguró que Milei “juega a ser una
estrella de rock mientras la economía argentina colapsa”. “Un presidente
que llegó prometiendo una revolución económica y moral, y que hoy
enfrenta derrotas electorales, escándalos de corrupción y pérdida de
apoyo”, argumentó. El Financial Times afirmó que “los argentinos pierden
la paciencia con la economía de Milei”. El clima empresario empezó a
tener sus matices hace algunos meses, cuando el fin de las LEFI marcó un
antes y después en el programa económico y la falta de diálogo con el
Gobierno comenzó a impacientar. Con la volatilidad de las tasas
posterior, el impacto en una economía real ya paralizada se profundizó.
Como contó este medio, el establishment empresario del país ya ve que el
oficialismo pierde en las urnas y culpan a los errores políticos y
económicos del programa. Ahora se sumó el estupor de un show musical
descolocado del escenario que afecta directo a sus negocios: la
contracción del consumo, la competencia de las importaciones y el atraso
del tipo de cambio que sube los costos en dólares. En los dos días
siguientes al evento, el CEO de TN&Platex, Tomás Karagozian,
preguntó en su canal de Instagram la opinión de sus seguidores, con el
objetivo de indagar qué reacción había provocado la presentación del
jefe de Estado: 284 contestaron “insólito realmente”; unos 81 dieron
clic a “no gustó”, y sólo 43 eligieron “me da igual”. Sólo 14
consideraron que les gustó su rol de rockstar. El detalle es que en ese
medio participan muchos dueños de empresas. “A nadie le pareció bien. Es
para su propia gente, en este momento es muy inconveniente y es
extendido a nuestros colegas”, determinó un empresario de la
construcción. Para un pope del comercio, “fue una muestra más” de un
comportamiento al que Milei acostumbró a la población, “en el momento
más equivocado”. La señal a EE.UU. preocupa. El empresariado espera,
como la City, noticias concretas respecto al bailout de Scott Bessent.
Creen que, en momento de expectativas volátiles, es lo único que puede
llevar algo de estabilidad preelectoral, aunque nadie cree que la ayuda
efectiva llegará antes del 26 de octubre.
AM/ML