Sin estridencias, pero con bisturí, advirtió que el "efecto Bessent"
podría ser apenas un truco de campaña: una señal para intervenir en el
dólar sin ensuciar las reservas del BCRA, pero difícil de sostener si el
resultado electoral no acompaña a Milei. El informe explica que el swap
de 20 mil millones de dólares que anunció el Tesoro es "una línea marco
para manejo de liquidez y anclaje de expectativas, no caja libre: su
uso está reglado y escalonado en el tiempo". Barclays advirtió en su
informe que si el anunciado apoyo del Tesoro -que resta implementarse-,
sólo fue una jugada táctica para ayudar a Milei en las elecciones,
podría generar un costo reputacional alto "incluso para un gobierno que
disfruta del shock comunicacional". El banco británico también alertó
sobre un riesgo que en la City ya se comenta: que la ayuda
extraordinaria alimente la tentación de patear la corrección
macroeconómica, esto es, evitar la devaluación como el propio Caputo
dijo este domingo. Una moneda artificialmente apreciada, financiada con
dólares prestados y respaldo político externo, puede dar respiro, sí,
pero también sembrar la semilla de una corrección más violenta más
adelante. "El mercado testeará la banda si no ve reglas claras", señaló
Barclays. Barclays advierte en su informe que si Milei no logra
capitalizar en las urnas el aval de Bessent y del Tesoro, ese apoyo, hoy
celebrado en redes y conferencias, podría diluirse con la misma
velocidad con la que llegó. El tercer punto del banco británico toca el
nervio más político: la sostenibilidad del respaldo de Estados Unidos.
Si Milei no logra capitalizar en las urnas el aval de Bessent y del
Tesoro, ese apoyo, hoy celebrado en redes y conferencias, podría
diluirse con la misma velocidad con la que llegó. No es el escenario
base para Barclays, pero está cargado en el monitor de riesgo.
Y,
por último, el informe va al hueso del comportamiento inversor: con
apenas diez ruedas por delante antes de las elecciones, muchos fondos
podrían optar por la receta más primitiva pero más efectiva: dolarizar y
esperar. Ante esa posibilidad, Barclays desliza que el Gobierno, antes
que quemar reservas, no dudaría en aplicar controles temporales de flujo
para frenar la sangría. Una forma elegante de decir "cepo si se
complica".