"Las declaraciones de gendarmes confirman cómo, bajo el pretexto de
custodiar la Embajada argentina en La Paz, (Mauricio) Macri y (Patricia)
Bullrich los utilizaron como mulas para contrabandear un arsenal para
apoyar el golpe de Estado en Bolivia", señaló Soria al referirse al
testimonio que dieron en el sumario el jefe del Grupo Alacrán, Fabián
Salas, y el exdirector de Logística de la fuerza Rubén Yavorski. Los
dichos de Salas, quien en aquel momento se encontraba a cargo del grupo
de elite de la Gendarmería, y de Yavorski, exdirector de logística de la
fuerza, fueron revelados ayer por el diario Página/12 en una nota en la
que se consignó que ambos habían relatado que el Grupo Alacrán viajó a
La Paz sin contar con un "plan de operaciones" para su actuación, lo que
implicaría un incumplimiento de los reglamentos de la fuerza. "El
avance de la causa vuelve a mostrar lo que son: cínicos y peligrosos que
se llenan la boca hablando de la República pero, cuando no estaban
espiando gente o endeudándonos a todos, estaban apoyando militares
golpistas", subrayó hoy el titular de la cartera de Justicia desde sus
redes sociales.
El sumario interno ya está en manos del juez en lo
penal económico Alejandro Catania y del fiscal Claudio Navas Rial,
quienes tienen a cargo la causa por contrabando agravado que investiga
el viaje a La Paz del grupo de gendarmes, que se concretó dos días
después de que Morales renunciara al gobierno, luego de que el entonces
jefe del Ejército, Williams Kaliman, ignorara la cadena de mandos y
pidiera públicamente su dimisión. En la causa ya están imputados Otero,
Macri y Bullrich, pero también el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el
exministro de Defensa, Oscar Aguad; el excanciller Jorge Faurie y el
exembajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez García.
La llegada
al aeropuerto de El Alto del material represivo fabricado en Argentina
fue detectada por la actual administración de Bolivia, que encabeza el
presidente Luis Arce, del Movimiento al Socialismo, cuyo canciller,
Rogelio Mayta, denunció formalmente en julio pasado que la gestión de
Macri envió pertrechos para colaborar con la represión a los
simpatizantes de Morales en noviembre de 2019.