“Vinimos a expresar nuestra preocupación por la gravedad institucional a
la que llegó la Justicia argentina en los últimos cinco años”, dijo
Soria. El encuentro se produjo horas después de que el Poder Ejecutivo
enviara un proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura mientras
la Corte preparaba un fallo para declarar la inconstitucionalidad de la
conformación actual de ese organismo. La reunión estaba pactada para
las diez de la mañana. De un lado del salón se ubicaron los cuatro
ministros de la Corte: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos
Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Del otro lado, estaba Soria.
El
ministro de Justicia habló del accionar de la llamada mesa judicial del
macrismo, cuya investigación él impulsó mientras era diputado:
“Se
conformó una mesa judicial del Poder Ejecutivo que influía ilegalmente
en la administración de justicia, se llevaban a cabo visitas obscenas
entre funcionarios judiciales y las máximas autoridades del ejecutivo en
la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos, y se desplegó un sistema de
espionaje ilegal con participación de jueces y fiscales inédito en
nuestra historia. Todo ello, con el objetivo de llevar a cabo una
persecución de dirigentes políticos sin precedentes".
Soria nombró a
Fabián “Pepín” Rodríguez Simón como el principal arquitecto de la
política judicial del macrismo y dijo que, paradójicamente, estaba
prófugo de la justicia en Uruguay. Hay un dato adicional: “Pepín” fue
quien llevó los nombres de Rosenkrantz y Rosatti para la Corte y quien
diseñó un mecanismo para que fueran nombrados en comisión, algo que no
llegó a materializarse por el rechazo que cultivó.
Pero el mensaje
fue más directo cuando habló del funcionamiento del máximo tribunal. “La
Corte retrasa durante años fallos de enorme trascendencia social, como
el caso (Carlos Pedro Tadeo) Blaquier o como hace ahora con el caso
(Santiago) Maldonado. Mientras tanto, resuelve en tiempo récord fallos
que sólo son urgentes para la corporación judicial, como el caso de los
jueces (Leopoldo) Bruglia y (Pablo) Bertuzzi. La Corte tiene la
posibilidad y la responsabilidad institucional de establecer plazos
máximos para resolver, más aún cuando esta Corte resuelve más del 70 por
ciento de los casos sin dar fundamentos.”
Según informó el
Ministerio de Justicia, Soria incluso criticó cómo fue elegido Rosatti
para presidir la Corte. “Si la máxima autoridad del Poder Judicial se
elige con dos autovotos, difícilmente la sociedad recupere la confianza
en la Justicia”, sostuvo el ministro en referencia a que Rosatti y
Rosenkrantz se votaron a ellos mismos.
Soria le reclamó a la Corte
por la demora a la hora de resolver causas vinculadas a delitos de lesa
humanidad y les entregó a sus integrantes un pedido de informes que
realizó el relator de Naciones Unidas Fabián Salvioli, a partir de una
presentación de organismos de derechos humanos. El lunes, el Poder
Ejecutivo envió un proyecto para reformar el Consejo de la Magistratura,
el organismo encargado de la selección de los jueces. La presentación
estuvo orientada a adelantarse a un fallo adverso que preparaban los
supremos para el 16 de diciembre. El gobierno busca que el Consejo pase
de trece miembros a 17. Con esa conformación aumentará el número de
jueces, abogados y académicos, y, al mismo tiempo, se buscará que
contemple la equidad de género. “El Congreso puede sancionar todas las
leyes que sean necesarias para reformar la justicia pero, si en última
instancia, la Corte no tiene la voluntad y el compromiso de aplicarlas,
seguiremos en la misma situación”, cerró el ministro.