En su informe sobre coyuntura laboral en América Latina y el Caribe,
donde se aborda específicamente la formalización del empleo y la
distribución de los ingresos laborales, ambos organismos señalaron a la
Argentina a la vanguardia de los avances en materia de igualdad e
inclusión social.
En ese sentido, al analizar la distribución del
ingreso laboral según la relación entre el quintil de la población de
que más gana y el que menos percibe, Argentina es el país líder en la
región, y donde esa brecha es inferior a 6 puntos, en una escala en la
cual más cerca de cero, mayor igualdad.
Le sigue México, una
diferencia mayor a 6 puntos entre los trabajadores formales que más y
menos ganan; Ecuador, con 7; Paraguay, con más de 7; Perú, con más de 8;
Brasil y Colombia, con 9.
Por otra parte, el informe
señaló que Argentina es el tercer país de la región con mayor
proporción de trabajadores formales en relación con el empleo total, con
55%, detrás de Panamá, con 57% y Brasil, con 62%; y por encima de
Ecuador, con 52%, Colombia, con 46%; México, 45%, Paraguay, 38%; Perú,
32%; y Bolivia, 30%.
El estudio de la Cepal y la OIT destacó "el
impacto de la política del salario mínimo en países en que se produjo
simultáneamente un incremento de estas remuneraciones y una disminución
de la desigualdad salarial en un contexto de crecimiento del empleo,
como la Argentina, Brasil y Uruguay, donde la recuperación de este
instrumento ha sido particularmente notoria; así como en Chile, donde el
crecimiento ha sido menos intenso en el último período".
También
remarcó que "los resultados obtenidos revelan que en todos los países
se produjo un efecto igualador por el salario mínimo, aunque no resulta
significativo en Chile".
Asimismo puntualizó que "además de las
explicaciones señaladas sobre la disminución de la desigualdad en la
región, que se han centrado en factores que impulsan la oferta y demanda
de trabajadores de distintos niveles de calificación, los resultados
anteriores sugieren la importancia de considerar también el papel de las
instituciones laborales en las mejoras distributivas observadas en
algunos países, como el mencionado aumento del salario mínimo en un
período de crecimiento del empleo y de su formalización".
El
informe puso de relieve que "entre 2000 y 2009, en nueve países de un
total de 12 analizados se redujo la participación del empleo asalariado
informal en el total de ocupados dependientes", y precisó que "las
excepciones fueron Chile, donde esa proporción permaneció prácticamente
constante, y El Salvador y México, donde la informalidad continuó
creciendo".
"En paralelo, la región también ha experimentado un
descenso generalizado de la concentración del ingreso laboral, como
ilustra el hecho de que el índice de Gini de los salarios por hora
cayera en todos los países, con la excepción de Costa Rica", indicó el
relevamiento, que destacó que "Argentina, Brasil, Ecuador, y Paraguay
mostraron los mayores avances simultáneos en ambas dimensiones".