El vicepresidente de Arsat destacó que el lanzamiento del satélite “es un desafío” tecnológico.
El vicepresidente de Arsat, Guillermo Rus, sostuvo poner en marcha el primer satélite argentino a 36 mil kilómetros de distancia y que tiene que funcionar durante 15 años "es un desafío" y destacó la ansiedad de todo el equipo de técnicos. "Es un desafío, pero no es producto de la casualidad que estemos en este momento sino el producto de un proyecto transformador que apuesta a la tecnología”, recalcó. Rus destacó que “estamos viendo ahora la materialización de una decisión de Néstor Kirchner de construir los satélites en el país, acompañada por Cristina con mucha fuerza desarrollando tecnología y defendiendo nuestra soberanía”.
"El proyecto busca tener sentido de inclusión, acortar la brecha digital
y abrir un universos de nuevas posibilidades", dijo y adelantó que “el
Arsat-2 ya está casi terminado y se va a lanzar a mediados del año que
viene”.
Rus explicó que en proyecto “estuvieron involucradas más
de 500 personas en el diseño y la construcción del satélite, en su
mayoría estaban fuera del país porque no tenían trabajo aquí y volvieron
porque había nuevas posibilidades laborales y les atraía el proyecto
argentino de fabricar satélites en el país”.
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17/10/2014 (1170)