Kicillof destacó además el anuncio que el sector agroexportador realizó
ayer respecto a que ingresará unos 5.700 millones de dólares en el
último trimestre del año, en concepto de liquidación de divisas por
exportación de granos y productos procesados.
El anuncio lo
realizó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina
(CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), luego de una
serie de reuniones que mantuvieron con Kicillof, el jefe de Gabinete,
Jorge Capitanich, y el titular del Banco Central, Alejandro Vanoli.
El
titular del Palacio de Hacienda destacó hoy la existencia de "una
situación paradójica" luego de un año con una excelente cosecha de
alrededor de 54 millones de toneladas de soja, un 15 por ciento más que
en 2013, pero al mismo tiempo se registró "una demora en la
comercialización de la cosecha".
Al registrar los retrasos en las
ventas, el Gobierno inició en enero las discusiones con las cerealeras
"tratando de entender las causas" y advertirles "que a lo largo del año
iba a haber estabilidad cambiaria, por lo que guardar la cosecha para
especular con movimientos cambiarios era un error", dijo el ministro en
diálogo con Radio Nacional.
"Todo el mundo mira las reservas del
Banco Central, pero todo el mundo sabe que en los campos, en los silos,
hay entre 24 y 27 millones de toneladas que equivalen a unos 10.000
millones de dólares", señaló Kicillof.
Eso, evaluó el ministro,
"es riqueza de los argentinos exportables al exterior. Prácticamente son
reservas para el país. Porque la soja se puede o no vender, pero no se
destruye el cultivo; en algún momento eso va a engrosar las reservas".
"Pero
si los propietarios y el complejo entero deciden no vender, retener,
artificialmente provocan un agujero en el comercio. Los 10.000 millones
de dólares, en lugar de estar donde deben estar, en la cuenta de los que
lo vendieron, no están. Entonces parece que hay un problema cuando lo
que hay es una distorsión", explicó.
Ayer, en uno de los
principales párrafos del comunicado de CIARA y CEC, se indicó que
durante los encuentros "se efectuaron minuciosos análisis sobre la venta
potencial de soja por los productores hasta fin de año, en el marco de
la estabilidad cambiaria actual y la perspectiva a la baja de los
precios de las commodities".
De este abordaje, y siempre de
acuerdo con el comunicado, "se concluyó que es factible un ingreso de
divisas de 5.700 millones de dólares para el último trimestre del año".
Según
recreó Kicillof, al acuerdo de ayer se llegó tras las negociaciones
retomadas en las últimas semanas, en las que el Gobierno volvió a
explicar a las cerealeras que "el panorama era el mismo" que a comienzos
del año en cuanto al horizonte de estabilidad cambiaria.
También
se viene advirtiendo oficialmente que se observa a futuro una caída del
precio de la soja de los actuales 360 dólares por tonelada, diferencia
que se amplía si se considera la cotización de aproximadamente 460
dólares que registraba en abril pasado.
"Si no se pone en
movimiento la venta todo indicaría que el precio va a caer, y no tiene
lógica económica. Y el sector exportador estaba bastante de acuerdo con
este diagnóstico", entendió el ministro.
Kicillof juzgó que como
efecto de la retención "perdieron los productores, perdieron todos los
argentinos porque sobre esto se pagan retenciones", y además "porque es
el producto de la Argentina aunque está en manos privadas, es uno de los
elementos que produce el país".
También criticó a "los
economistas agoreros, representantes de sectores devaluacionistas, que
dicen que no va a haber liquidación", y citó específicamente al diario
"Clarín" entre aquellos "que anuncian apocalipsis sin rigor profesional y
sólo expresan sus deseos".
Esos medios, agregó, llevaron a los
productores a equivocarse, "les dijeron: guarden la cosecha porque van a
tener ganancia cambiaria y hoy se encuentran con una caída de 25% de su
riqueza".