“Los hitos importantes que se dieron durante la semana anterior fueron
el despliegue total de los paneles solares, que son los que generan la
energía, y la antena de comunicaciones, lo cual, sumado a que pudo mirar
la Tierra, cierra el circuito de que tenemos un satélite”, reivindicó
Bianchi.
Las pruebas que comenzarán a partir de hoy con
el módulo de comunicaciones durarán un mes, a partir del cual el aparato
será movido a la posición definitiva, en la órbita 72, para comenzar a
prestar servicios.
“Seguimos con una performance muy buena, en
línea con lo esperado, y los muchachos están como siempre motivados y
encaminados a empezar a dar servicios satelitales, que es lo que
veníamos esperando desde hace tanto tiempo”, balanceó.
El jefe
del Proyecto Arsat-1, Andrés Rodríguez, precisó que las pruebas de carga
útil se hacen en la posición orbital 81 “porque en la 72 está el otro
satélite que alquilamos actualmente y, para facilitar que no haya
interferencias, se trabaja en nuestra segunda posición orbital”.
Luego se hará un movimiento orbital sencillo y planificado para desviarlo, en una maniobra que llevará 15 días más.
Juan
Aurelio, jefe de Operaciones Satelitales, contó que “fue realmente
increíble cómo respondió todo el equipo desde el lanzamiento, con mucho
trabajo estresante en 24 horas de turnos continuos que, a medida en que
uno va cumpliendo los objetivos y ve que el satélite responde, es una
gran satisfacción, así que sólo hay palabras de agradecimiento y
felicitaciones”.
“Respondió todo de acuerdo a lo planificado y
esperado y, por suerte, no tuvimos ningún tipo de contratiempo, porque
lo que se ejercita en los simulacros son procedimientos de contingencia,
y no tuvimos que hacer ninguno”, celebró.
Hugo Nahuys,
responsable de Calidad, Procesos y Seguridad de Arsat, contó que dentro
del equipo de operaciones del satélite “hay una persona que hizo ya once
puestas en órbita para una empresa europea, y nos dijo que este
satélite le hizo acordar a la plataforma más segura que existe hoy en el
mercado internacional”.
Respecto a cómo se articula el nuevo
escenario satelital argentino con el proyecto de ley de
Telecomunicaciones, Bianchi planteó que “va en línea con lo que es
esencialmente Arsat, que además de llevar adelante la protección de las
posiciones orbitales (72 y 81), desarrollar el plan de fabricar
satélites en Argentina y de brindar servicios satelitales, lleva el
proyecto de la Televisión Digital Abierta y la Red Federal de Fibra
Óptica”.
“Esos proyectos están pensados para la inclusión social,
para dar igualdad de condiciones en todo el territorio a todos los
argentinos, estén donde estén, con la mirada del Estado interviniendo en
la sociedad equilibrando posibles diferencias”, definió el presidente
de Arsat.
Bianchi planteó que “las empresas privadas despliegan
servicios en zonas que son la ’crema’ del mercado y Arsat está para
llegar a otros lados; la ley, con la licitación del 4G, tiene planteado
llegar a localidades de 500 habitantes con este servicio que, en algunas
zonas y con suerte, es 2G si es que hay prestación para telefonía
celular”.
Arsat tiene unos “90 clientes y venimos creciendo mucho
desde el punto de vista comercial, con una mirada que combina ser
sociedad anónima con poner en servicio toda esta infraestructura“.
“Después
de muchos años de desarrollo del proyecto de satélite, de siete años de
armado en la sala limpia de Invap, que hoy está en el espacio y en un
mes brindando servicios, queremos lo mismo para la red de fibra óptica y
la plataforma de recepción de la Televisión Digital Abierta”, apostó.