Horas antes, el centro de prensa de las fuerzas de Kiev había anticipado
que representantes del Estado Mayor de Ucrania se reunirían con los
insurgentes en la capital de la región para acordar un alto el fuego en
todo el frente que separa las posiciones de los dos bandos.
El
comunicado de Kiev, citado por la agencia de noticias EFE, reconocía que
el aeropuerto de Donetsk es una "infraestructura importante tanto para
las fuerzas armadas de Ucrania" como para los rebeldes pro rusos.
El aeropuerto de Donetsk, controlado por las tropas ucranianas y
asediado por las milicias sublevadas, se ha convertido desde entonces en
el escenario de reiterados ataques
A pesar de sendos acuerdos
de alto el fuego alcanzados ya en septiembre entre Kiev y los
insurgentes, sellados en Minsk los días 5 y el 19 de septiembre, las
hostilidades entre los dos bandos no cesaron prácticamente en ningún
momento.
El aeropuerto de Donetsk, controlado por las tropas
ucranianas y asediado por las milicias sublevadas, se ha convertido
desde entonces en el escenario de reiterados ataques.
Por
separado, la República Popular de Lugansk (RPL) acordó un alto el fuego
con el Ejército ucraniano a partir del viernes, según la Organización
para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y autoridades de
Lugansk.
El líder de la RPL, Igor Plotnitski, confirmó que los
dos bandos enfrentados acordaron otro alto el fuego para todo el
territorio de la rebelde región de Lugansk, que estará vigente a partir
del próximo viernes.
La noticia fue anunciada hoy por la misión
de la OSCE para Ucrania, que explicó que las partes enfrentadas también
llegaron al acuerdo de empezar a partir del sábado la retirada de todo
el armamento pesado del frente que los separa.
"Todos han
consensuado un alto el fuego total en toda la línea de separación entre
las Fuerzas Armadas de Ucrania y aquellas (fuerzas) que están bajo el
control de la República Popular de Lugansk. El acuerdo estará vigente a
partir del 5 de diciembre", precisó la OSCE.
Según un informe
presentado por la ONU hace dos semanas, 4.317 personas murieron y 9.921
resultaron heridas desde que comenzó el conflicto en abril, aunque los
separatistas cifran el número de muertos en 5.000.
La crisis en
Ucrania comenzó en noviembre de 2013 cuando el entonces presidente,
Viktor Yanukovich, postergó la firma de un acuerdo de asociación con la
Unión Europea (UE) y selló acuerdos con Moscú, lo que generó protestas
que finalizaron con un golpe de Estado.
Donetsk y Lugansk,
regiones del este de Ucrania con mayoría de etnia rusa, se levantaron en
armas en rechazo a las nuevas autoridades centrales pro europeas y
celebraron referendos independentistas.
En tanto, la Rada Suprema
(Parlamento) de Ucrania se reunirá para votar la composición del nuevo
Gobierno de coalición europeísta encabezado por el primer ministro,
Arseni Yatseniuk.
El futuro Gobierno, además de hacer frente al
conflicto en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, deberá
afrontar impopulares reformas para sacar al país de la crisis económica
en la que se encuentra y decidir si finalmente solicita su ingreso en la
OTAN.