Solo en la ciudad de Catbalogan, en la provincia de Samar, 19 personas
perdieron la vida al verse sorprendidas por un alud que enterró
numerosas casas y vehículos, publica el diario The PhilStar.
La
provincia de Leyte, en el este del país, también se vio fuertemente
afectada por la tormenta, bautizada por las autoridades locales como
Seniang, que ha causado la muerte de 13 personas entre aludes e
inundaciones.
Más de 121.000 personas se vieron afectadas por
Jangmi, de las cuales unas 80.000 fueron trasladadas a centros de
evacuación, según la agencia nacional.
La gran mayoría de las
zonas afectadas por las inundaciones sufrieron a principios de mes la
devastación del tifón Hagupit (Ruby en Filipinas) que cruzó de este a
oeste la región central de Filipinas con dirección noroeste.
Hagupit,
que a su llegada al país mantenía vientos sostenidos de 175 kilómetros
por hora y ráfagas de hasta 210 kilómetros por hora, se cobró la vida de
28 personas y obligó a desplazarse a 1,85 millones.
Entre 15 y
20 tifones visitan cada año Filipinas durante la temporada lluviosa, que
empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.