"Tres barcos informaron de que han detectado un sonido similar en la
misma zona. Al emitir una llamada, las cajas negras respondieron a la
señal", declaró Ridwan Jamaluddin, portavoz del equipo de búsqueda,
mediante conexión telefónica con la televisión local, citada por la
agencia EFE.
Las autoridades están tratando de establecer la localización exacta de los dispositivos para proceder a recuperarlos.
Las
dos cajas negras, que en realidad son de color anaranjado, guardan los
registros de las conversaciones en la cabina y los datos de vuelo y son
esenciales para conocer qué le sucedió al avión antes de caer al mar.
No
obstante, la principal prioridad de las autoridades indonesias es ahora
localizar la sección principal del fuselaje del avión, donde se cree
estén atrapados los cuerpos sin vida de la mayoría de pasajeros que aún
están desaparecidos.
Los esfuerzos se centran en unos restos, de unos 10 metros de longitud por 4 de ancho, hallados por sonar en el fondo del mar.
Un
equipo de buzos está a la espera de sumergirse para confirmar
visualmente que los metales detectados pertenecen al cuerpo del avión
siniestrado.
"Esperemos que hoy se consigan avances importantes y
podamos encontrar la parte principal del fuselaje. Es importante para
nosotros recuperar a todos nuestros huéspedes", dijo Fernandes, quien
también agradeció el trabajo del personal de emergencia.
Hasta la fecha, los equipos de rescate han recobrado 48 cadáveres de las 162 personas que viajaban a bordo.
El
sábado lograron sacar a la superficie la sección de cola del avión,
donde generalmente se colocan las cajas negras, que era transportada por
barco a tierra firme para investigar los restos.
El avión de
AirAsia que realizaba el vuelo QZ8501 despegó de Surabaya en la
madrugada del 28 de diciembre y tenía previsto aterrizar unas horas más
tarde en Singapur, pero se estrelló en el mar de Java unos cuarenta
minutos después de partir.