"Se acabaron las reuniones conspirativas de estos funcionarios",
manifestó en un discurso pronunciado en el masivo acto de apoyo a su
gestión, transmitido por cadena obligatoria de radio y televisión.
"En
primer lugar le he ordenado a la canciller, Delcy Rodríguez, que
proceda de inmediato, de acuerdo a la Convención de Viena (...) a
revisar, reducir, adecuar y limitar el número de funcionarios (...);
ellos tienen 100 funcionarios y nosotros 17 allá. No; términos de
igualdad entre los estados" desde ahora, subrayó, según cita la agencia
Efe.
Otra orden impartida apunta a que, asimismo de inmediato, se
le solicite visado a cualquier estadounidense que desee entrar en
Venezuela y que se cobre por ello la misma cantidad de dinero que
Estados Unidos fija para tal fin.
Asimismo y "en reciprocidad",
remarcó, a una ley aprobada recientemente en Estados Unidos contra
funcionarios venezolanos no identificados -a los que Washington acusa de
violar derechos humanos-, se les prohibirá entrar en el país
suramericano a un puñado de funcionarios y exfuncionarios
estadounidenses.
Además del expresidente George W. Bush, la orden
de Maduro afecta a exjefes de la CIA y a congresistas a quienes
identificó de " ultraderecha" y tildó de "terroristas", entre ellos Bob
Menéndez y Marco Rubio. "¡No podrán entrar en Venezuela por terroristas.
Fuera de Venezuela, terroristas!", exclamó.
En referencia al
"Caracazo", justificación de la convocatoria, Maduro señaló que "la
oligarquía que saqueaba al pueblo hoy está derrotada y es minoría".
Ese
estallido se produjo hace 26 años como consecuencia de un ajuste
económico que había decidido el gobierno de Carlos Andrés Pérez, fue
calificado por el mandatario como el punto de partida de la revolución
socialista en Venezuela.
El mandatario, en un extenso discurso
que se extendió por varias horas, agregó que "cuando fueron Gobierno
mandaron a masacrar, torturar y desaparecer jóvenes (...) y ahora que
son minoría utilizan terrorismo". Aseguró que hoy en día la oligarquía
sigue usando la misma estrategia usada en el pasado para utilizar "la
misma violencia porque es el mismo desprecio contra nuestro pueblo".
Recordó
que "hace 26 años viví cómo el pueblo estaba cansado del saqueo de la
oligarquía". Sobre las críticas de que el país se encuentra en las misma
situación que en 1989, el Presidente declaró "no saben lo que es dolor,
hambre y falta de educación".
Los manifestantes,
mayoritariamente enrolados en el Partido Socialista Unido de Venezuela
(PSUV) marcharon desde tres puntos de Caracas (Plaza Venezuela, Sabana
Grande y la avenida Solano) hasta el palacio presidencial en defensa del
"carácter antiimperialista de la Revolución Bolivariana".
Señaló
que factores de la oposición usan a militares para hacerlos
responsables de planes desestabilizadores y reiteró su acusación sobre
el financiamiento de los Estados Unidos hacia las protestas opositoras.
"La
oligarquía busca militares para también para que de golpes de estado y
les entregue el poder a ellos para volver a saquear", indicó Maduro en
otro tramo.
Los participantes marcharon con pancartas y bandera
tricolores y de las rojas rojitas del PSUV, gritando consignas contra
Estados Unidos y su presunta injerencia.
La marcha fue organizada
después de varias denuncias de Maduro respecto a que Estados Unidos
estaría involucrado en un intento golpista revelado a mediados de
febrero y por el cual acusaron a varios oficiales de la Fuerza Aérea.
En
un discurso esta semana, Maduro dijo que el presidente Barack Obama se
dejó meter en un "callejón sin salida" por sus asesores, que pretenden
una intervención en Venezuela.
Además, dijo que Washington
estaría presionando a otros gobiernos de la región para que apoyen una
intervención estadounidense en Venezuela.
Esta marcha se concreta
en un marco de profundización de la crisis de Venezuela, que días atrás
se agudizó con la detención del alcalde opositor de Caracas, Antonio
Ledezma, acusado de "conspiración", hecho que generó una fuerte reacción
internacional, con algunos respaldos y muchas críticas, que fueron
rebatidas por Maduro al denunciar una conspiración internacional
alentada por los Estados Unidos.