"Queremos poder seguir con nuestros estudios. El viernes pasado cerraron
dos de los cuatro quintos años que hay entre los turnos mañana y
tarde", dijo a Télam Andrea Bernal, una de las alumnas avanzadas de la
carrera.
La protesta sacó a la luz "la falta de presupuesto que
bajó este año el gobierno porteño para las escuelas artísticas" y que en
la Mastrazzi "se tradujo en la fusión de cursos, que en realidad
termina siendo el cierre de cursos, y menos lugar para más chicos",
precisó la estudiante.
"En nuestro colegio, que nos tengamos que
dividir en grupos para usar el mismo espacio en solo una hora y media de
clase es la primera vez que pasa", dijo la adolescente que aclaró que
"menos lugar es menos espacio para movernos, algo que para un alumno de
danzas es fundamental".
La alumna convertida en una
vocera espontánea de una docena de chicas que la rodeaban mientras
hablaba contó que "los cursos para quinto año de la carrera de danzas,
ahora van a ser dos y no cuatro, como antes".
Según la estudiante, "un decreto de 1990 dice que no puede haber menos de 12 alumnos por curso".
"Con
la excusa de que somos 8, estimó la joven, nos dicen que hay que
fusionar los cursos. Lo que no dicen es que las aulas de quinto año son
aulas chicas", soltó con indignación mientras llegaban otros compañeros
de escuela a la manifestación.
Además, entre las denuncias que
hicieron los alumnos, se conoció que esta escuela de danzas había sido
mudada a otro edificio para que el inmueble de Sarmiento y Esmeralda
fuera refaccionado; pero al volver a ocuparlo la población estudiantil
se encontró "con que los trabajos no estaban terminados".
Atraídos
por la música de guitarras y bombos que acompañó las danzas
prolijamente interpretadas en plena calle, cientos de transeúntes se
fueron acercando, armaron rondas para disfrutar de las actuaciones
mientras se enteraban que las perfomances obedecían a una ingeniosa
denuncia.
Al terminar las actuaciones, y tras los aplausos del
público callejero, los futuros bailarines denunciaron que el edificio de
Sarmiento y Esmeralda sigue sin terminarse y "hasta cayeron ratas de un
techo" mientras almorzaba, dijo Karen, otra de las estudiantes.
El
listado de denuncias también incluyó otra de las falencias del edificio
que son los pisos: "Como no son los apropiados, tenemos un montón de
compañeros y docentes lesionados", dijo Karen, otra alumna que describió
las condiciones actuales de la escuela.
La denuncia que se
difundió durante toda la mañana en Plaza de Mayo, el Ministerio de
Educación porteño terminó frente a la Legislatura de la Ciudad de Buenos
Aires apuntó contra los funcionarios que decidieron que el presupuesto
de este año no coincidiera con la planta funcional del establecimiento.
La
falta de fondos "implica que hay reducción de cargos docentes. Parece
que no alcanza para pagarle a todos los profesores", dijo Karen que
contó que "estudiar danzas, teatro o música en la Ciudad de Buenos es
hoy muy difícil y no habilita a dar clases como antes".
Desde
2009, según el relato de la alumna, "nuestro título pasó de ser 'maestro
de danzas' a 'intérprete juridiccional', "lo que nos cierra la
posibilidad de dar clases y no nos permite trabajar fuera de la Capital
Federal".
Para los alumnos, la matrícula bajó; pero eso se debió a
que "menos chicos elijen una carrera que después no habilita para
ejercer la profesión. Ahora bien, con menos chicos nos siguen cerrando
cursos con la excusa que la matrícula bajó".
La protesta continuó
frente a la Legislatura porteña donde los alumnos volvieron a
interpretar danzas mientras iban llegando estudiantes de otras escuelas
de modalidad artística como la Escuela de Danzas N°2 "Jorge Donn", la
Escuela de Danzas N°1 "Nelly Ramicone"; la Escuela de Cerámica "Fernando
Arranz"; y la D.E. 20 de Teatro.
"Todas tienen problemas
similares: fusión de cursos, reducción de cargos y pésimas condiciones
edilicias para continuar con los estudios, algo indispensable para este
tipo de carreras", completó la alumna.