"En Argentina, Brasil, China y Sudáfrica, la adopción de modalidades
innovadoras de protección social ayudó a mejorar la seguridad del
ingreso en situaciones de empleo vulnerable", dijo.
En relación
con la reducción de la desigualdad en el país, el informe destacó que
"la expansión del empleo durante la recuperación económica fue un factor
significativo, mientras que el aumento de los salarios y la promoción
de la negociación colectiva y la elevación de los haberes mínimos
también contribuyeron a la disminución de la desigualdad".
En el informe mundial, la OIT realizó un apartado específico sobre "la consolidación de la protección social en la Argentina".
Allí,
aseguró que "los cambios en el modelo económico iniciado en 2003
provocaron una fuerte recuperación de la economía, con un aumento
sustancial en el empleo formal".
"La mayor holgura fiscal
permitió aplicar una nueva generación de programas de protección y
empleabilidad de ingresos -incluyendo el Familias y el Seguro de
Capacitación y Empleo- y el desarrollo de políticas de aumento de la
cobertura de prestaciones de vejez a través del Plan de Inclusión de
Pensiones (PIP) y transferencias para niños y adolescentes con la
Asignación Universal", añadió.
En ese sentido, destacó que en el
sector pasivo se incrementó la cobertura de pensiones para las personas
mayores de 67,7 por ciento en el segundo trimestre de 2005 a 90,8 en el
cuarto trimestre de 2011, período durante el cual "el esquema de fondos
de pensiones privadas fue renacionalizada a finales de 2008 y se unificó
el esquema de fondos de pensiones públicos existentes".
"Ese
mismo año, la ley sobre movilidad de pensiones fue promulgada,
permitiendo un ajuste automático de las prestaciones destinadas a
mantener su poder adquisitivo", puntualizó.
El informe también
felicitó a la Argentina porque realizó "esfuerzos importantes para
reducir el empleo informal a través de una estrategia integral, que
incluyó medidas para reforzar las inspecciones de trabajo y reducir las
cargas administrativas y fiscales a fin de fomentar la formalización",
aseveró.
Respecto del desempleo juvenil expresó que entre 2000 y 2013 se redujo desde el 26,2 al 19,7 por ciento en 2013.
Aunque
partió de niveles elevados, es uno de "los pocos países que logró
reducir ese flagelo y, de hecho, a nivel mundial se incrementó en un 0,1
por ciento, en tanto en las economías desarrolladas, en 4,2 puntos,
pasando de 13,5 a 17,7".