Francisco dijo que "la extensión de la precariedad, del trabajo en negro
y del chantaje mafioso hace experimentar, en especial entre las jóvenes
generaciones, que la falta de trabajo quita la dignidad, impide la
plenitud de la vida humana y reclama una respuesta inmediata y
vigorosa".
"Los invito a realizar un sueño que vuela cada vez más
alto. Debemos hacer que, a través del trabajo el ser humano exprese y
aumente la dignidad de la propia vida", manifestó.
“No podemos
cortarle las alas a tantos, en especial jóvenes, que tienen tanto para
dar con su inteligencia y capacidad; ellos deben ser liberados del peso
que los oprime y les impide entrar en pleno derecho y cuanto antes al
mundo del trabajo", apuntó Jorge Bergoglio.
En relación al
"trabajo libre", el Papa subrayó que "muy a menudo, en cambio, el
trabajo" está lleno de "opresiones a diversos niveles: del hombre sobre
otro hombre; de nuevas organizaciones de esclavitud que oprimen a los
más pobres; en especial muchos niños y muchas mujeres sufren una
economía que obliga a un trabajo indigno que contradice la creación en
su belleza y armonía".
"Debemos que el trabajo no sea instrumento de alienación,sino de esperanza y vida nueva", enfatizó.