En ese sentido instó a “poner una especial atención en los hermanos más
frágiles y a las minorías más vulnerables, que son la deuda que todavía
tiene toda América Latina”.
Francisco agradeció a Dios por
haberle “permitido volver a América Latina y estar en esta hermosa
tierra del Ecuador” y recordó que visitó el país en distintas ocasiones
en el pasado por motivos pastorales.
Previo a las palabras de
Jorge Bergoglio, el presidente Correa repitió su comentario que tanta
repercusión mediática tuvo la semana pasada: “El papa es argentino, (la
presidenta) Dilma Rousseff dice que el Papa será argentino pero Dios es
brasileño, pero seguro el Paraíso es ecuatoriano, bienvenida Su
Santidad”.
El mandatario habló del “pecado social de la
injusticia” y en ese marco se preguntó “cómo puede ser que América
Latina siendo la región más cristiana del mundo sea la más desigual
cuando el compartir el pan es un precepto”.
Al salir del
aeropuerto Francisco se trasladará en un auto por la Ruta Viva hasta el
cementerio de Monte Olivo donde se cambiará al Papamóvil, un jeep modelo
Wrangler Sport blanco adaptado para emular el típico vehículo del
pontífice con una cabina al aire libre.
Desde este punto ya podrá
ser observado por una multitud de personas que desde temprano y
movilizándose a pie debido al cierre al tránsito por seguridad saludarán
al Papa, que avanzará por las avenidas De los Granados y 6 de diciembre
hasta llegar a la Nunciatura, donde se alojará durante toda su estadía.