"La movilidad del hombre es un derecho humano, y en esa línea hay que
trabajar", sentenció Orlando, electo por tercera vez en 2012 con el 74%
de los votos como máximo representante de la portuaria capital siciliana
en periodos no consecutivos (ya gobernó en 1985-1990 y 1993-2000).
"El
año pasado llegaron más de 170.000 migrantes por mar a Italia. Casi
todos pasaron por Sicilia. ¿Y alguien leyó sobre algún problema que
hayan generado? No, porque no hubo ninguno", prosiguió Orlando.
"En
una ciudad nuestra, Mineo, en la que hay 4.000 residentes, el año
pasado hubo 5.000 extranjeros llegados desde África de forma permanente,
Y no hubo un solo altercado", agregó el ex consejero, entre 1978 y
1980, del juez asesinado por la mafia Piersanti Matarella, hermano del
actual presidente italiano Sergio Matarella.
Por eso, Orlando
marcó el "contraste" con la postura de gobernantes locales y de otros
países, "como lo que hace Francia en la frontera con Ventimiglia", donde
autoridades galas bloquean el ingreso a centenares de inmigrantes que
duermen en las playas a la espera de poder seguir su marcha hacia el
norte europeo.
"Con este camino la Unión Europea hoy va fuera y
en sentido contrario de la razón por la que nació: respetar los derechos
humanos, tener una dimensión cultural, social, política. Porque nació
para eso, y no para ser el altar al Dios dinero en el que la
convirtieron algunos de sus gobernantes", exclamó.
"Por eso no se
puede dejar solo al papa Francisco cuando habla de estos temas",
remarcó ante Télam el ex alumno jesuita, quien insistió: "él necesita
que los ciudadanos se comprometan con sus mensajes sobre estos temas".
En
esa dirección, Orlando lanzó en marzo de este año la denominada "Carta
de Palermo", en la que pide por "la movilidad humana como un derecho
humano inalienable".
"Y esa carta se titula `Io Sono Persona` (yo
soy persona). Porque después de tantos 'Je suis', o 'I'am', era
necesario volver a poner al ser humano en general en el centro de la
discusión. Es necesario que la solución a la emergencia que se vive en
el Mediterráneo no deje de lado como elemento central el reconocimiento
del migrante como persona", explicó.
"No puede ser que los
propios dirigentes hablen de los inmigrantes como un peligro. Después
aparecen actos de xenofobia en las ciudades como los que se dieron la
semana pasada en Roma y en el norte europeo", lamentó el político
palermitano.
"Esto es responsabilidad de los dirigentes. Cada vez
que un dirigente habla de que los inmigrantes son peligrosos es la
antecámara del racismo. No se puede, en nombre de la seguridad matar a
los derechos humanos", criticó.
Orlando, con pasado como
eurodiputado y diputado en Italia, pide también "una modificación
sustancial de la normativa europea" en materia migratoria, que incluya
la eliminación del "permiso de residencia", documento necesario poder
circular y trabajar en los países del espacio Schengen de la UE.
"La
humanidad tardó muchísimos años para ser libre de esclavitud. Hace
menos de 50 años Martin Luther King hablaba de esto como `tengo un
sueño`. Pero ahora parecemos dar un paso atrás", criticó.
Mañana,
junto al papa Francisco el alcalde Orlando participará en el Vaticano
de un encuentro de trabajo sobre "esclavitud moderna y cambio climático:
el compromiso de las ciudades", con la presencia de más de 60
intendentes de todo el mundo.