El presidente del opositor partido Demócratas, senador José Agripino
Maia, aseguró que Rousseff "ya no tiene el control del gobierno" y que
la disparada de la inflación, que hoy llegó al 9,56 % anual, como
consecuencia de su "falta de credibilidad" ante los mercados, aseguró.
En
medio de esta situación, Rousseff analizó junto a su equipo una reforma
en el gabinete de ministros y una de las posibilidades barajadas, según
trascendió, es el nombramiento de Lula da Silva, ex presidente entre
2003 y 2011 y líder del PT que podría oxigenar el critico momento que
atraviesa el gobierno enfrentado con parte del Congreso y salpicado por
las denuncias de corrupción en Petrobras.
De acuerdo con lo
publicado por O Globo y Brasil247 el ex gobernante podría ser designado
al frente de la cartera de Defensa, en la que hoy se desempeña el
dirigente petista Jaques Wagner, o la Cancillería, comandada por el
diplomático de carrera Mauro Vieira, ex embajador en Estados Unidos y
Argentina.
Junto a la eventual designación de Lula el gobierno
planea una ronda de consultas con los "Barones del PBI", grupo en el
están contemplados ejecutivos de la siderúrgica Gerdau, el banco privado
Bradesco, que acaba de adquirir a la filial brasileña de HSBC y el
grupo de supermercados Carrefour.
El eventual nombramiento de
Lula y la re aproximación con grandes empresarios serían dos iniciativas
para levantar la mala imagen del Ejecutivo y recuperarse para aventar
el fantasma del juicio político, que tomó fuerza luego de que la última
encuesta de Datafolha indicara que el 66 por ciento de la población ve
con buenos ojos que la presidenta se someta a ese proceso, que deberá
aprobarse en principio en el Congreso.
Por su parte, el
vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático
Brasileño (PMDB) perteneciente a la coalición gobernante, afirmó hoy que
continuará comandando la "articulación política" del gobierno, saliendo
al cruce de rumores sobre su alejamiento de esa función.
El
miércoles, Temer admitió frente a periodistas que la "crisis es grave" y
propuso que surja alguien capaz de tomar el control de la situación, lo
cual fue interpretado por algunos como una auto postulación para asumir
el gobierno en caso de que Rousseff deje la presidencia, cargo para el
cual fue reelecta en octubre de 2014.
Los diarios O Globo y Folha
de Sao Paulo aseguraron que en una reunión convocada ayer por la
mandataria, presenciada por los ministros Eliseu Padilha (Aviación
Civil) y Aloizio Mercadante (Casa Civil), Temer dio explicaciones sobre
sus dichos y ofreció su renuncia, que no fue aceptada por Rousseff.
El
vice hoy salió a desmentir esa posibilidad en Twitter: "Son infundados
los dichos de que dejé la articulación política. Continuó. Tengo
responsabilidades con mi país y con la presidenta Dilma", expresó.
En
medio de este escenario político convulsionado, el opositor Partido de
la Socialdemocracia Brasileña (PSDB) que encabeza Aécio Neves convocó
oficialmente a la marcha por el juicio político previsto para el domingo
16 de agosto.
Fue la primera vez que la agrupación del ex
candidato presidencial adhiere formalmente al movimiento por la salida
de Rousseff, que hasta ahora no aceptaba partidos políticos.
Ayer,
mediante un corto televisivo trasmitido en todo el país por radio y
televisión, Rousseff dio sus explicaciones sobre el delicado momento que
atraviesa Brasil y aseguró que llevará al país a un lugar mejor.
"Sé
que hay mucho por mejorar, sé que hay muchos brasileños sufriendo, pero
juntos vamos a salir de esto, estoy del lado de ustedes", subrayó la
jefa del Estado en el spot.
El vídeo, en el que también
aparecieron Lula da Silva, y el actual presidente del partido, Rui
Falcão, despertó un cacerolazo en 22 capitales, en rechazo a las
declaraciones de la mandataria.
Vecinos del barrio elegante de
Higienópolis en San Pablo salieron a sus balcones con cacerolas y
sartenes, mientras el hashtag "cacerolazo" subió al primer lugar de los
asuntos más visitados en Twitter, informó el diario Folha de San Pablo,
habitualmente crítico de la gestión del gobierno brasileño.
"Sé
que la crisis ha llegado a nuestros hogares; también sé que esta no es
la primera crisis que enfrentamos; nuestro peor momento es aun mejor
para el empleado que el peor de los gobiernos anteriores", sostuvo Lula,
y agregó que "los problemas económicos se resuelven con la política
correcta y valiente, no con oportunismo".
El spot fue realizado
ante la crisis económica, las disidencias dentro del Congreso -agravadas
desde el reinicio de la actividad parlamentaria esta semana, con una
serie de proyectos "bomba" promovidos por el ahora opositor presidente
de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha-, y el escándalo de corrupción
en Petrobras.