Los miembros del Consejo acordaron, además, que la misión conjunta
presente un primer informe sobre sus trabajos en los primeros 90 días de
funcionamiento y que "cada 30 días" informe de los progresos
realizados, informó la agencia de noticias EFE.
También hicieron
un llamado a todas las partes en el conflicto -estos son: el gobierno y
un amplio arco de grupos islamistas rebeldes que combaten entre sí y
contra el gobierno- a "cooperar plenamente" con la misión de
investigación y a exhortar al resto de los Estados a "colaborar" y
entregar toda la información que puedan tener sobre los ataques.
La
embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, celebró la
aprobación de la resolución y recordó que pese a los anteriores
esfuerzos hechos para poner fin al uso de armas químicas en Siria "los
ataques han continuado".
Por su parte, el embajador ruso, Vitaly
Churkin, confió en que la misión de investigación sea "imparcial y
profesional" para encontrar a los responsables del uso de cloro como
arma y que sea de carácter "preventivo".
El embajador francés,
Francois Delattre, destacó que esta resolución "permite recuperar la
unidad en el Consejo" porque, según dijo, la comunidad internacional no
puede permanecer "en silencio" mientras continúan los ataques.
En
agosto 2013, un ataque químico en el barrio Guta, un suburbio Damasco,
se cobró la vida de más de 1.400 personas y dejó a otras 3.000 heridas.
La
autoría del ataque es objeto de una intensa controversia a nivel
internacional entre aliados y oponentes de los bandos en conflicto, con
gobiernos occidentales aduciendo la necesidad de intervenir militarmente
en el país para castigar al gobierno sirio, al que acusan de perpetrar
la matanza.
Poco después -el 14 de septiembre de 2013- y ante la
fuerte presión internacional, Siria firmó su desarme y asumió el
compromiso de destruir sistemáticamente todo su arsenal de armas
químicas, que cumplió en varias etapas, todas bajo supervisión
internacional.