Las regiones afectadas son Bacs-Kiskun y Csongrad, en el sur, que están
atravesadas por la valla fronteriza de alambre de 175 kilómetros de
largo que Hungría levantó para frenar la llegada de inmigrantes.
La
declaración del estado de emergencia allana el camino para que el
Parlamento autorice al Ejército a apoyar a la policía a lo largo de la
frontera y coincide con la nueva ley que penaliza la entrada ilegal al
país con penas de cárcel, de tres años como mínimo y hasta cinco si se
hace armado o cortando la valla.
Hungría, país de tránsito
obligado para los miles y miles de refugiados que buscan llegar al norte
de Europa por la ruta de los Balcanes, cerró ayer inesperadamente su
frontera con Serbia y dijo que ahora sólo tramitará peticiones de asilo a
ciudadanos de zonas de conflicto con documentación en los puntos de
entrada oficiales.
También hoy, horas antes de declararse el
estado de emergencia, al menos 16 refugiados fueron detenidos por las
fuerzas de seguridad húngaras, informaron las agencias de noticias EFE y
DPA.
Hasta que Hungría cerró de forma inesperada un espacio
abierto en su frontera en Roszke, por el que entraron miles de personas
en las últimas semanas desde Serbia, la policía registró ayer la llegada
al país de más de 9.380 personas.
La inmensa mayoría siguió camino hacia Alemania, Holanda o las naciones escandinavas.
Los
16 refugiados fueron detenidos cuando trataban de cortar la valla
levantada en la frontera, por lo que serían susceptibles de recibir la
pena de cinco años de cárcel contemplada por la nueva ley por el
agravante de dañar la alambrada, según la televisión pública húngara M1.
La
valla, de 175 kilómetros, fue construida por el gobierno húngaro en su
frontera con Serbia para frenar la llegada de refugiados, pero además de
esa medida, desplegó a unos 900 policías y 4.300 soldados en la región.
Un total de 130 jueces serán los encargados de aplicar la nueva normativa por medio de juicios rápidos en la ciudad de Szeged.
Aunque,
juristas consultados por M1 aseguraron que las primeras sentencias, por
procedimiento abreviado, serán sólo condicionales y conllevarán la
expulsión del detenido del país.
Sin embargo, en caso de que se
le detenga de nuevo intentando entrar de forma ilegal, sí se ejecutaría
de forma inmediata la pena de prisión.
El trato recibido por los
refugiados que entraron en forma ilegal fue duramente criticado por
organizaciones como Human Rights Watch, que aseguró que las condiciones
en los centros de acogida de Hungría son "inhumanas".
Además, se
establecen procedimientos acelerados de asilo que determinarán en pocos
días si las solicitudes son aceptadas, pero los refugiados que no
obtengan ese estatus serán devueltos a Serbia.