También cobra interés tras los últimos pasos dados por la fiscal Viviana
Fein en la investigación: requerir el apoyo de FBI para recuperar en
servidores ubicados en Estados Unidos comunicaciones que cruzó Nisman
antes de ser hallado muerto con un tiro en la cabeza en el baño de su
departamento, el pasado 18 de enero.
Nisman se manejaba con un
celular y dos radiotelefonos nextel propios y a su nombre, y en el
primer aparato usaba dos chips de diferentes compañias prestadoras.
Pero
el 11 de enero, cuando volvió imprevistamente de Europa para presentar
tres dias después su denuncia contra la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, dejó a su hija mayor en el aeropuerto madrileño de Barajas,
un celular de la flota de Stiuso.
El aparato, un Samsung azul,
debía permitir a su hija mayor comunicarse con quien necesitara hasta
que su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado, de quien se hallaba
separado pero también veraneaba en Europa, pasara a buscarla por el
aeropuerto.
Fue la propia Arroyo Salgado la que entregó el
aparato en la fiscalía cuando prestó declaración sobre el hecho, antes
acusar a Fein de no investigar las pistas correctas y tras dar por
cierto que el padre de sus hijas había sido asesinado en lo calificó
como un "magnicidio".
Reconfirmada por la Corte Suprema como jefa
de la investigación y sin encontrar en cientos de peritajes
confrontados en una junta médica y otra criminalística ninguna prueba
que la oriente en ese sentido, la Fiscalia ha vuelto su mirada a la idea
de un suicidio "inducido", una hipótesis de difícll probanza pero que
no se puede descartar.
Fein se entrevistó en los últimos días con
agentes de la base porteña del FBI, y les pidió cooperación para
recuperar el tráfico con su contenido de las dos cuentas de mail que
usaba Nisman, una en Yahoo y otra en Hotmail/Microsoft.
"Los que
estamos buscando es que de esos mailes surjan pruebas de la existencia
de una red o una maniobra que pudiera desembocar en la muerte del
fiscal", dijeron fuentes de la causa, optimistas por el "espíritu
colaborativo" hallado en los agentes estadounidenses.
En junio
pasado, la Fiscalía libró un exhorto a la justicia norteamericana para
recuperar los correos electrónicos, luego de que expertos informáticos
consultados le confirmaran esa posibilidad, así como la imposibilidad de
recuperar los mensajes de whatsapp borrados.
La Cancillería
argentina despachó el pedido por via diplomática hacia Estados Unidos,
donde fue recibido por la Secretaría de Justicia, desde donde debe
ordenarse a un fiscal que actúe y este a su vez ordene a la prestigiosa
fuerza federal de investigaciones norteamericana que actué en el caso.
"Hasta
que tengamos esa información no tendremos datos indispensables para
caratular la causa como suicidio, suicidios inducido o asesinato",dijo
una fuente de la investigación.
En torno a las últimas denuncias
de los abogados de Arroyo Salgado, sobre movimiento del cuerpo por una
tercera persona, la fuentes le quitan seriedad y posibilidad de
constatación.
"No hay en la causa ningún elemento que las
confirme y sólo quieren introducir zozobra en la opinión pública sin
ningún fundamento ya que todas sus aseveraciones están contestadas y
refutadas en el expediente", indicaron.