"Antes se improvisaba mucho, ahora se saben los horarios más
convenientes, cómo protegerse, creo que todas las campañas por suerte
han llevado a la gente a saber cómo aprovechar y disfrutar del sol".
Las más afectadas, señaló, son "las
personas de piel blanco nacarado, que tienen pocas posibilidades de
broncearse pero que se exponen más tiempo al sol: terminan poniéndose
como un camarón y después siguen blancos como antes".
"La gente
que se quema mucho tiene un envejecimiento precoz de la piel, como la
gente que fuma, eso está demostrado" dijo y advirtió que "lo perjudicial
son esas quemaduras fuertes del sol y sobre todo en edades precoces",
porque queda "una memoria en la piel, y ese daño que se produce cuando
uno es chico se paga de grande", no sólo con el deterioro dérmico "sino
con la posibilidad del cáncer de piel".
Con respecto a la
creencia acerca de que el sol ahora quema más que antes, Allevato
explicó que "no es que está mas fuerte, lo que pasa es que a veces se
confunde la radiación solar con la sensación térmica, el golpe de calor
con el golpe de sol, pero son dos cosas diferentes que pueden ir de la
mano o no, el golpe de calor puede afectar el sistema circulatorio, o
tener otras consecuencias como la deshidratación".
Cuando ambas
son altas "se complica más porque la radiación solar quema la piel, se
pone roja y se deshidrata más todavía y entonces tenemos doble efecto,
térmico y lumínico", detalló.
"Es importante tener un buen
protector solar, que no solo es la crema, sino también ropa adecuada
incluyendo un sombrero que evita que ese sol dé directamente en la
cabeza, porque si eso ocurre es como tener mucha fiebre: eso hace mal y
hasta puede llegar a producir convulsiones, por eso cuando hace mucho
calor hay que refrescarse con frecuencia para bajar la temperatura",
alertó.
El jefe del Departamento de Psicología del Centro de
Excelencia para la Atención de Quemaduras (CEPAQ), del Hospital Alemán,
Pedro Bilyk, explicó que "cuando una quemadura es superficial (tipo A)
se destruyen las capas epidérmicas, que se regeneran en un plazo de
entre 7 a 12 días" por "la capacidad reproductiva de las células no
dañadas por la lesión" y "en general no quedan secuelas como cicatrices o
alteraciones visibles".
"Si en cambio la quemadura es profunda,
producida por agentes agresivos de gran intensidad como el fuego
directo, inflamables u otros de igual naturaleza, o por el contacto
prolongado con otros agentes, la destrucción de la piel es total y por
lo tanto no hay posibilidad de recuperación espontánea", indicó en un
comunicado.
Bilyk recomendó tomar las precauciones necesarias al
exponerse al sol, como evitar hacerlo entre las 11 de la mañana y las 4
de la tarde; aplicar media hora antes cremas con factor de protección de
por lo menos grado 30, reforzar esa protección si uno está en constante
contacto con el agua y usar sombreros y anteojos.
Ante una
quemadura en la piel, más allá de cuál sea el agente que la cause, el
experto aconsejó que, para evitar complicaciones en el organismo es
necesario aplicar solamente agua fría o hielo, envolviéndolo en una
gasa.
También hay que proteger la zona con una gasa para evitar
infecciones; no aplicar otros elementos como manteca, aceite, tomate,
ungüentos, dentífrico; no reventar las ampollas si se formaran y, en
todos los casos, consultar en forma inmediata a un dermatólogo, dijo el
especialista.