En el mismo sentido, el funcionario relacionó el "caos" administrativo
del CCK con la polémica por la no renovación de contratos laborales a
más de 700 personas que desempeñaban funciones en ese espacio: "Nunca
hubo director ni planificación cultural, actuaban áreas superpuestas, el
Ministerio de Planificación, Cultura, y la Secretaría General (de la
Presidencia). Un caos que se trasladó a lo laboral".
"Todos los
convenios son a través de universidades. Nosotros dimos de baja esa
anomalía porque las universidades no son una agencia de contratación en
negro", dijo el Secretario, explicado que la mitad de esos contratos
fueron suscriptos luego de las elecciones generales.
Lombardi
recordó además que la obra del CCK debió terminarse en 2010 y que
contaba con un presupuesto inicial de 900 millones de pesos, pero que
habiéndose gastado 3.000 millones aun no está concluida.
Respecto
de RTA, la empresa del Estado que controla a la Televisión Pública y a
Radio Nacional, Lombardi defendió la decisión de remover por decreto a
Alberto Cantero, quién ocupaba uno de los dos lugares que le
corresponden al Poder Ejecutivo en el directorio y que estaba en el
cargo desde la anterior administración.
"Son 7 directores: 3 del
parlamento, 1 de universidades, 1 de trabajadores y 2 del Ejecutivo. El
señor Tristán Bauer renunció, Cantero no renunció. Nosotros aceptamos 2
(espacios) de 7. Quedarse atornillado en la silla era imperdonable",
resumió.
Situación parecida se vive dentro de Radio Nacional,
donde Vicente Muleiro rechaza dejar su cargo: "Canal 7 tuvo una
administración que me puede gustar más o menos, pero que fue razonable,
pero RNA tuvo una programación francamente tendenciosa", añadió
Lombardi.
Respecto del programa 6-7-8 que se emitía por la TV
Pública, el Secretario de Medios apuntó contra la anterior
administración por "privatizar el Prime Time" pagando "honorarios
altísimos".
"No va a tener más lugar los lugares donde se incitaba a la intolerancia, al linchamiento público", concluyó.