Al respecto, consideró que “siempre va a haber una tensión entre el que
vende y el que compra, pero esa tensión no puede ser un abuso”, e
insistió en que el límite que ponga el consumidor “va a hacer que la
carne tenga un valor de acuerdo en la canasta familiar”.
“En
Argentina estamos consumiendo 120 kilos de carne por habitante por año:
60 de bovina, 45 de aviar y 15 de cerdo”, por lo que “hay alternativas”
de proteína animal como para que “el consumidor haga valer su poder y no
convalide esa suba” de precios.
El dirigente ruralista sostuvo
que tras las elecciones y la primeras medidas del actual gobierno “se
fue normalizando el abastecimiento y bajó el precio en el mercado de
hacienda en pie”.
Esas bajas “siempre tardan un par de semanas en
trasladarse, pero cuando vemos que no pasa salimos a hablar claro
respecto de ello”, afirmó.
En ese sentido, aseguró que el aumento
del precio al consumidor no se debe al levantamiento de barreras de
exportación, ya que aún no hay oferta para poder exportar.
“No es
consumo contra exportación” porque “cuanto más se exportan determinados
cortes, más quedan en la Argentina los cortes que nosotros consumimos”,
concluyó.