Las acusaciones fueron repetidas el lunes durante un acto en Green Bay,
estado de Wisconsin, donde Trump centró su discurso en un presunto
arreglo electoral y afirmó que cerca de 1,8 millones de personas
fallecidas están registradas para votar en las elecciones
presidenciales.
Sin nombrarlo, también apuntó contra su
compañero republicano y presidente de la Cámara de Representantes, Paul
Ryan, que el fin de semana lo desautorizó al señalar que la democracia
estadounidense "se fundamenta en la confianza en los resultados
electorales" y expresó su "total confianza en que los estados llevarán a
cabo este proceso electoral con integridad".
"¿Han oído a toda
esta gente diciendo que no está pasando nada? Gente muerta desde hace
más de 10 años que todavía votan, inmigrantes indocumentados que votan.
¿Dónde está la sabiduría de todos estos políticos? ¡No tienen!", disparó
Trump.
Desde el bando demócrata, la respuesta vino del propio
presidente norteamericano, Barack Obama, que durante una conferencia de
prensa en la Casa Blanda, donde junto al primer ministro italiano,
Matteo Renzi, aseguró que Trump "lloriquea antes de que el juego
termine".
Además, mediante el hashtag #DrainTheSwamp, Trump abogó
por "limpiar el pantano", en referencia a la corrupción en Washington,
un día después de promover una reforma de ética gubernamental, que
incluye restricciones en los ex miembros del Congreso y ex funcionarios
de la Casa Blanca que se trabajan como lobbistas.
Para el debate
del miércoles, que se llevará a cabo en la Universidad de Nevada, Las
Vegas, con el periodista Chris Wallace como moderador, el equipo de
campaña de Trump anticipó que invitó Pat Smith, madre de uno de los
norteamericanos muertos durante el ataque a la embajada de ese país en
Bengazi, Libia, en 2012, cuando Clinton era secretaria de Estado.
Smith
ya había participado de la Convención Republicana que postuló a Trump
como candidato en julio pasado, ocasión en la que brindó un emotivo
discurso en el que señaló a Clinton como responsable de la muerte de su
hijo.
La apelación a los familiares de soldados muertos no es
patrimonio exclusivo de los republicanos, ya que en la Convención
Demócrata participó Khizr Khan, el padre del soldado norteamericano
Humayun Khan, que murió en un atentado suicida en 2004 en Baquba, Irak.