Por su parte Marcelo Colombo, obispo de La Rioja y vicepresidente
segundo de la Conferencia Episcopal, en su propio saludo navideño
reconoce que “los últimos días han sido de gran dramatismo” y refiere al
respecto a las “diferentes normas propuestas al voto de los
legisladores, muchas de las cuales afectan la vida de nuestros ancianos,
la violencia y los desmanes en las calles, el enfrentamiento verbal de
tantos sectores llamados a ejercer responsablemente su misión en la
comunidad política, el olvido de la importancia del diálogo y la
creación de consensos como camino para la vida común”. Sostiene el
obispo que todos estos son signos “que nos hablan de la necesidad de
volver al Dios de Belén” y pide que en la Navidad “el Señor nos ayude a
crecer en capacidad de salir al encuentro de los hermanos, a superar las
diferencias, a sanar nuestros corazones de todo lo que nos enfrenta a
los demás no dejándonos sosiego ni posibilidad de una vida serena”.
En
otra parte de su mensaje navideño los Curas expresan también su
decisión de ponerse “del lado de los jubilados y pensionados que el
próximo año perderán casi un haber mensual, tan necesario para sus
remedios, alimentos y dignidad, que este gobierno ha decidido
recortarles para responder al pedido del imperio de la Banca Mundial”.
Porque, agregan, “ellos junto a los ex combatientes y a los pensionados
por discapacidad, serán las víctimas de este recorte fatal, que incluye
la falta de medicamentos, la desatención en el PAMI y la quita de
subsidios”.
Reiteran igualmente su determinación de estar junto a los
“niños y niñas, cuyas madres reciben la Asignación Universal por Hijo
(AUH), que, por decisión del Imperialismo internacional del dinero
reinante, perderán el valor de la leche mensual de cada niño, para
equilibrar las cuentas de la deuda”. Y de acompañar también a “todos los
trabajadores y trabajadoras que tendrán un futuro incierto en sus
aportes patronales recortados brutalmente con efectos desoladores en su
futura y lejana pensión de la vejez”.
El mensaje de los Curas en la
Opción por los Pobres tampoco olvida a “las presas y presos políticos
que son la expresión de la escandalosa destrucción de la justicia en
nuestro país” e insisten en ponerse al lado de las familias de Santiago
Maldonado y de Rafael Nahuel, que “junto con tantas personas de buena
voluntad que habitan el suelo argentino” esperan “esa justicia que no
vislumbran...”.
Finalmente señalan los sacerdotes católicos que
trabajan en medios populares que “nos ponemos del lado de la ingente
cantidad de desocupados que crece día a día y se pregunta con lágrimas
por su futuro y el de sus familias” y “del lado de cada pobre, los que
están en el pesebre”.
Con motivo de la Navidad los Curas sostienen
que “Dios entra en nuestra historia para transformarla” pero “cuenta con
nosotros para hacerlo”. Es decir, “cuenta con nuestros brazos, nuestras
palabras, nuestras ideas”. Y en consecuencia, siguen apuntando los
sacerdotes “decirnos entre todos ¡Feliz Navidad!, se transforma en
compromiso y militancia para que realmente lo sea; para que Jesús nazca,
y con él nazca la Justicia y sea Esperanza en un mañana nuevo de vida y
de fiesta para todas y para todos”.