En diálogo con ámbito.com, el exsecretario de Finanzas de la Nación,
Guillermo Nielsen, analizó los motivos y las consecuencias de la
depreciación del peso frente a la divisa norteamericana, cuestionó al
Poder Ejecutivo por "abandonar el camino correcto" en materia
inflacionaria y advirtió que "la Argentina no puede tolerar un nuevo
fracaso económico".
Periodista: ¿La escalada del dólar se puede
trasladar a los precios de los bienes y en cuánto puede afectar los
números de la inflación del primer trimestre?
Guillermo Nielsen: Lo
del dólar no lo podés analizar aisladamente de la percepción que está
teniendo el mercado. Creo que lo que está pasando en el mercado es que
se está volviendo a la expectativa de demanda de dinero del 28 de
diciembre cuando el Gobierno recalibró las metas de inflación para este
año y los siguientes. En ese sentido, la suba de dólar marca que la idea
de que (el presidente del Banco Central, Federico) Sturzenegger
retomaba la conducción de la Política Monetaria tratando de domesticar
la inflación fue ficción. Si bien los que manejan la economía son los
políticos, la conclusión es que sorprendentemente, la está manejando
gente que no sabe de economía.
P.: ¿Cuáles cree que son los motivos de esta suba de la cotización del dólar?
G.N.:
Yo creo que hay una caída de la demanda de pesos y suba de la demanda
de dólares producto de la baja de tasas y de la imagen que se va
componiendo en el mercado. Esto te pega directamente en las expectativas
de inflación. Ahí se retrae la demande de pesos y aumenta la de
dólares.
P.: ¿Cree que se equivocó el Gobierno al corregir las metas de inflación?
G.N.:
Esto es un tema muy delicado. La Argentina no está para un nuevo
fracaso económico. Y me parece que se están fogoneando ingredientes que
van a llevar a un fracaso económico. Creo que las expectativas de
inflación bien medidas, si haces hoy una encuesta, te dan que la
inflación va a estar al mismo nivel que el año pasado. Eso en sí mismo
es parte de un fracaso económico. Porque a la vez no vas a lograr un
mayor crecimiento, que es la línea argumental del Gobierno ya que las
expectativas no son favorables. No hay expectativa de solidez económica.
P.: Desde el Gobierno remarcan que metas de inflación más laxas permiten priorizar el crecimiento económico. ¿Esto es así?
G.N.:
Es una fantasía setentista pensar que se podía relajar la meta de
inflación en beneficio del crecimiento económico. Eso no existe. Pero
hay una fantasía setensista en el sentido económico. "Un poquito de
inflación aceita la economía", decían en aquellos años. Y está clarísimo
que no te aceita nada, más bien te pone una bomba.
P.: ¿Cree que a partir de recalibrar las metas, el BCRA perdió independencia?
G.N.:
Sturzenegger sigue siendo el presidente del Banco Central en lo formal
pero en lo real dejó de ser economista para pasar a ser un político.
P.:
El presidente Macri hace hincapié permanentemente desde que asumió en
la necesidad de concretar inversiones. ¿Se están concretando esas
inversiones?
G.N.: Los anuncios de inversiones son un verso. Es
condición necesaria pero no suficiente. Los CEOS que están en el Foro de
Davos, si bien tienen una buena predisposición, también tienen dudas
que juegan en los directorios de las corporaciones. Y son estos
directorios los que voltean las mismas porque no hay certezas. Salvo
cosas muy específicas y ligadas a alguna cuestión natural como puede ser
el litio. Ahí tenés un recurso. Eso sí es un ancla de inversiones. O en
el sector agropecuario que sigue siendo un sector que invierte, donde
no hay una corporación sino que tenés un mercado muy competitivo.
P.: ¿En qué sectores se pueden vislumbrar consecuencias del aumento del dólar?
G.N.:
La suba del dólar confirmó el temor inicial que generó el
recalibramiento de las metas por parte del Gobierno. Esto se traslada al
sector de la energía, que opera con precios dolarizados. E implica un
aumento de la nafta que va a complicar el tema de subsidios al
transporte. Y en una segunda ronda te aumenta el costo de la
electricidad. En el caso del gas es más imperfecto el mercado pero
también te lo afecta. Quiero decir que este aumento del dólar impacta en
el sector regulado.
P.: ¿A qué otros sectores de la economía afecta esta suba del dólar?
G.N.:
Por la formación de expectativas de precios, cuando el dólar sube en la
Argentina, todo el mundo saca la birome. Y las empresas, para cubrirse,
mandan las nuevas listas de precios.
P.: ¿Cómo impacta esto en el índice de inflación en el comienzo del año?
G.N.:
El primer trimestre va a estar herido, sin control de la inflación. Que
marzo no sea explosivo en el tema precios es algo que el Gobierno ya
perdió. Da la impresión que después de la conferencia del 28 de
diciembre se asustaron y le dieron más espacio a Sturzenegger, que
tampoco bajó tantos las tasas. Yo pienso que la conferencia fue
totalmente un error pero tiene una cosa buena que es que transparentó
cuál es la verdadera intención que tienen. Así y todo creo que el
Gobierno decidió abandonar el camino correcto.
P.: ¿Condiciona al Ejecutivo esta suba del dólar a la hora de negociar paritaria con los gremios?
G.N.:
Yo esperaba, como racionalista de la economía, que el Gobierno jugase
un partido tranquilo con el tipo de cambio por lo menos hasta la
definición de las paritarias. Esto se complica. Creo que va a haber una
negociación salarial mucho más dura. El Gobierno se metió en una trampa
gigantesca. Falta economía y sobre política, que además no tiene
experiencia en política económica. Aguantar hasta que pasen las
paritarias era elemental.