En lo que va del año, el gobierno autorizó nueve satélites extranjeros a
operar en el país. Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia las
autorizaciones ya suman 23. La gran mayoría de los nuevos proveedores de
servicios le quitan mercado a la estatal Arsat. Los dos últimos que
vieron luz verde la semana pasada fueron Eutelsat 117 West-B y SES-14,
que hicieron valer acuerdos de reciprocidad satelital vigentes con
México y Brasil respectivamente, pese a que los satélites aprobados son
propiedad de empresas europeas. Además, como advirtió el sitio
especializado latamsatelital.com, ninguno de esos países todavía
autorizó a operar en sus territorios al Arsat 2. Mientras crece el
número de satélites extranjeros, el proyecto de construcción del Arsat 3
continúa paralizado.
A partir de los compromisos asumidos por el
gobierno de Carlos Menem en la Organización Mundial del Comercio,
ratificados por las leyes 24.495 de diciembre de 1994 y 25.000 de julio
de 1998, Argentina liberalizó sus servicios de telecomunicaciones en
noviembre de 2000. La única excepción fue la provisión de facilidades
satelitales ya que en febrero de 1993 el gobierno le había adjudicado a
un consorcio extranjero un contrato para la provisión, puesta en
servicio y operación del sistema satelital nacional y en el contrato se
aclaró expresamente que el Estado argentino no autorizaría a terceros
prestadores de satélites extranjeros si no existía un convenio de
reciprocidad de tratamiento por parte del Estado al que pertenecía dicho
prestador.
La liberalización en parte se produjo porque el gobierno
incorporó las condiciones para la firma de acuerdos de reciprocidad en
el Reglamento de Gestión y Servicios Satelitales y luego cerró convenios
con Estados Unidos, Canadá, México, España, Brasil y Holanda. En los
hechos, esos tratados tuvieron poco de reciprocidad y sirvieron
fundamentalmente para que consorcios extranjeros pudieran comenzar a
brindar servicios satelitales en el país. En esta ocasión, la decisión
de hacer valer los acuerdos de reciprocidad con México y Brasil para
habilitar el ingreso de nuevos satélites es polémica no solo porque no
hay reciprocidad sino porque los satélites autorizados a partir de esos
convenios no son ni mexicanos ni brasileños.
La resolución 69-E/2018
del Ministerio de Modernización publicada el pasado lunes 5 de febrero
en el Boletín Oficial autoriza a la empresa Satélites Mexicanos S.A.
(Satmex) a proveer facilidades satelitales a través del Eutelsat 117
West-B, fabricado por Boeing, haciendo valer un acuerdo de reciprocidad
firmado con México que se incorporó a la legislación nacional a través
de la resolución 250 del 25 de noviembre de 2002. Lo que no se aclara en
la resolución es que la mexicana Satmex es controlada por la francesa
Eutelsat, a punto tal que cambió su nombre por Eutelsat Americas. De
hecho, Eutelsat 117 West-B fue lanzado el 26 de marzo de 2013 con el
nombre Satmex 8, pero en enero de 2014 Eutelsat cerró la compra de
Satmex y el 21 de mayo de 2014 renombró toda la flota de satélites
adquiridos.
La filial Eutelsat Americas opera seis satélites:
Eutelsat 117 West-B y West-A, Eutelsat 115 West-B, Eutelsat 113-West-A,
Eutelsat 65-West-A y Eutelsat 8 West-B. Además del Eutelsat 117 West-B,
el gobierno de Macri ya autorizó otros tres de ese listado durante la
gestión de Oscar Aguad al frente del Ministerio de Comunicaciones:
Eutelsat 113 WA el 19 de agosto de 2016 y Eutelsat 115 WA y Eutelsat 117
WA el 3 de octubre del mismo año. Aquellas autorizaciones llegaron
luego de que en enero de 2016 Aguad y el embajador francés Jean-Michel
Casa ratificarán la decisión de reforzar y ampliar los vínculos de
cooperación entre Argentina y Francia en materia satelital, lo cual se
reforzó el mes siguiente cuando el entonces presidente francés François
Hollande visitó el país.
Los satélites franceses operan en las bandas
C y Ku, las mismas en las que brinda servicio el Arsat 2, el cual
todavía no tiene vendida toda su capacidad en ambas bandas. Igual aunque
esa capacidad terminase de ser vendida, la ley 27.208 de Desarrollo de
la Industria Satelital aprobada en noviembre de 2015 contempla la
construcción de nuevos satélites argentinos, situación que evidentemente
se complica si la competencia extranjera se incrementa. De hecho, el
proyecto de construcción del Arsat 3 continúa paralizado.
El caso de
Brasil es similar al de México. El gobierno autorizó el lunes pasado el
satélite SES-14, fabricado por Airbus Defence and Space, a través de la
resolución 68-E/2018. En los considerandos, el ministro de
Modernización Andrés Ibarra justificó la autorización debido a la
vigencia del Acuerdo de Reciprocidad con la República Federativa del
Brasil firmado en 2006. Eso es porque la administración notificante de
ese satélite ante la Unión Internacional de Telecomunicación es Brasil.
Sin embargo, SES es un operador europeo con sede en Luxemburgo. Esta
empresa ya había logrado que se le aprobaran otros satélites en el país
haciendo valer el acuerdo de reciprocidad satelital que el gobierno
firmó con Holanda. Así fue como en agosto de 2000 fue autorizada a
brindar servicios en el país a través de los satélites extranjeros NSS
803; NSS 806 y NSS-7. Lo llamativo en ese caso es que Argentina no
brinda ningún servicio satelital en Holanda.
Con España la situación
es parecida. En junio del año pasado se le dio luz verde al Amazonas 3
de la española Hispasat haciendo valer el acuerdo de reciprocidad con
Brasil ya que el aparato está registrado por Hispamar, subsidiaria
brasileña de Hispasat. A su vez, se autorizaron otra serie de satélites
de Hispasat a partir del convenio de reciprocidad que existe con el país
ibérico, pese a que Argentina tampoco brinda servicios satelitales en
España. Página/12 incluso reveló el 30 de septiembre de 2016 que
Hispasat estaba brindando servicios de manera ilegal con los satélites
Hispasat 30W-4 (Ex Hispasat 1D) e Hispasat 30W-5 (Ex Hispasat 1E). A
raíz de esa denuncia, la empresa fue sancionada por el Ministerio de
Comunicaciones aunque luego esos dos satélites fueron autorizados a
operar en el país, al igual que el resto de la flota del operador
español con cobertura en Argentina.
Además de Eutelsat 117 West-B y
SES-14, el gobierno autorizó este año otros seis aparatos y el cambio de
posición orbital de un séptimo, que se suman a los 14 autorizados entre
2016 y 2017. El Ministerio de Modernización aprobó en enero un satélite
de la española Hispasat denominado Hispasat 30W-6 (resolución E734/2017
publicada el 4 de enero); tres de la canadiense Telesat: Telstar-12
Vantage (resolución 33-E del 19 de enero), Anik-G1 (resolución E 34 del
19 de enero) y Telstar-14R (resolución 36-E del 25 de enero); otros dos
de SES: NSS-10 (también denominado AMC-12, resolución 31 del 19 de
enero) y NSS-7 (resolución 32 del 19 de enero que habilitó un cambio de
posición orbital), y el Intelsat-37E de Intelsat (resolución 52-E del 30
de enero).