Un dato que llamó la atención en Mar del Plata fue que no fue Vidal
quien cerró la lista de oradores como habitualmente sucede con los
gobernadores. La Gobernadora tuvo que hablar antes y fue el propio
Lugones quien apuntó fragmentos de su discurso para después contestarle.
Un
dato que llamó la atención en Mar del Plata fue que no fue Vidal quien
cerró la lista de oradores como habitualmente sucede con los
gobernadores. La Gobernadora tuvo que hablar antes y fue el propio
Lugones quien apuntó fragmentos de su discurso para después contestarle.
Vidal
aseguró que "hacer y estar tienen que ser hechos concretos. La
inclusión no es un discurso: al final del día, la discusión sobre la
inclusión es te importa o no te importa, te ocupás o no te ocupás, tan
concreto como un plato de comida", sostuvo la Gobernadora.
Más tarde,
Lugones destacó que "vivimos situaciones sociales difíciles. Los
problemas son acuciantes". También aseveró que existe un número
importante de indigentes "que no tienen chance. Y esto nos duele".
"Hoy
vivimos despidos y suspensiones. Nos golpean continuamente la puerta
hermanos y hermanas que están perdiendo el trabajo. Fueron suspendidos y
no tienen cómo llevar el pan a la casa", dijo.
Allí fue cuando
reclamó a Vidal y Stanley -como representantes del gobierno- "sentir y
tener sensibilidad social". Lo que llamó la atención es que cuando
Lugones dijo terminó esa frase fue ovacionado por unas 450 personas que
colmaban el salón del clásico hotel '13 de julio' de Mar del Plata.
Pero
Lugones iría más allá. Reclamó que no existen ‘copas de leche' en la
provincia y aseveró que los comedores están "atestados". Además citó los
datos de una organización social de Mar del Plata que concluyó que la
demanda de alimentos para ayuda social creció un 30%.
También aseguró
que "vemos parques industrializados cerrados" y habló de Pymes
cerradas. Y se metió de lleno con los problemas en la educación.
"Alentamos estos 110 mil adultos que hoy están en el sistema educativo.
Sin embargo, si bien no soy un técnico, puedo decir que tenemos 3
millones de adultos que no están escolarizados".
También hizo
críticas a la falta de hospitales. "Nosotros no vemos que se construyan
hospitales. Pero sí cárceles. En Lomas de Zamora vemos cómo se está
construyendo una nueva unidad penitenciaria".
El obispo de San
Isidro, Oscar Ojea, fue el encargado de abrir el encuentro y advirtió
que "el nivel de inequidad es enorme y se acentúa cada vez más más".
Ojea remarcó que su presencia en representación de los obispos del país
significaba "la honda preocupación (de la iglesia) por lo que ocurre en
nuestra patria".
Sobre este punto destacó que "el 60 por ciento de
los argentinos gana menos de 15.000 pesos por mes" y afirmó que "ante
esta realidad la Iglesia no puede dejar de decir que el ajuste no lo
tienen que pagar los pobres".
En su discurso, Ojea también alentó a
que tanto los dirigentes políticos y sociales tengan "contacto directo
con los más pobres" y escuchen su "grito" pero también dejó un espacio
para hablar de temas de actualidad, como el aborto.