Los datos corresponden a un relevamiento realizado por la consultora
Focus Market a través de los lectores de los puntos de venta (Scanntech)
de más de 500 autoservicios, supermercados y otros locales de todo el
país. Se relevó la evolución de precios de 100 categorías de productos.En el top ten de las categorías de productos que más aumentaron en el
año —de enero a junio— son harina (83%), pastas secas (33,3 %), polentas
(29,3%), helados (24,8 %), insecticidas (23,4%), sopas (23,3%), té
(22,9%), tapas de empanadas (22,9%), pastas frescas (20,8%) y mayonesas
(18,7%). Otros productos con altos incrementos en sus precios fueron las
gaseosas y la leche, con subas de 13%.
La inflación de junio sería
la más alta de 2018, ya que reflejará el impacto de la devaluación y de
las subas en los precios de combustibles y transporte
"Mayo y junio
van a ser los meses más bravos en cuanto a incrementos de precios. La
devaluación del peso pegó mucho en categorías como las harinas. Hay
muchos aumentos entre mayo y junio que estuvieron por encima del 5%",
explicó Damián Di Pace, titular de la consultora, que aclaró que los
porcentajes corresponden a un promedio entre los distintos productos de
una misma categoría. "Algunos aumentaron más y otros menos", advirtió.
Los
alimentos que contienen harinas, y que están entre los que más
aumentaron sus precios, tienen un 35% de participación sobre el total de
productos que se ofrecen en las góndolas. Con categorías como
golosinas, galletitas, pastas o tapas para empanadas
"Contribuyen
negativamente varias situaciones para que la aceleración de precios se
siga produciendo. La contracción de la demanda por la pérdida de poder
adquisitivo, los aumentos de las tarifas en los hogares y las categorías
que ya están en su techo. Salvo bebidas alcohólicas y sin alcohol,
productos frescos y snacks, que tienen un crecimiento de consumo en
contexto de caída", señaló Di Pace.
Las harinas y las pastas lideran las subas de alimentos en lo que va del año
Y
advirtió sobre otras variables que pueden seguir impactando en precios
como, por ejemplo, que el tipo de cambio no siga con un valor constante o
que se trasladen los costos del aumento de los combustibles y de las
tarifas que paga el sector industrial, que "viene con rezago y aún no se
pudo derivar a precios".
El Indec difundirá el martes los datos de
la inflación de junio, que podría ubicarse cerca del 4% por el impacto
de la devaluación en el precio de los alimentos, más aumentos en las
naftas y el transporte.
Según las últimas estadísticas oficiales, la
inflación de mayo de este año fue del 2,1% y acumuló 11,9% en los
primeros cinco meses. La inflación núcleo, que excluye de la medición
los precios regulados y los estacionales, fue en mayo del 2,7%, el valor
más alto en lo que va de 2018.
Según las últimas estadísticas
oficiales, la inflación de mayo de este año fue del 2,1% y acumuló 11,9%
en los primeros cinco meses
En los últimos días, varias consultoras
privadas difundieron sus pronósticos de inflación: Eco Go estimó que la
suba, en junio, se ubicará entre el 3,5% y el 4%; por su parte, LCG
proyectó un piso de 3,2%. Para el Instituto Estadístico de los
Trabajadores (IET, que depende de la Universidad Metropolitana para la
Educación y el Trabajo) la inflación se junio se ubicará en el 3,5%,
como consecuencia de la "corrida cambiaria", las subas en los precios de
las naftas y en la cuotas de la medicina prepaga.
De acuerdo con el
Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) difundido recientemente
por el Banco Central, las proyecciones de los analistas indican una
inflación para junio de 3,3%. Según ese informe, la tasa de inflación se
reduciría a 2,5% en julio, 2,1% en agosto y 1,8% en promedio en el
último cuatrimestre del año.
En todos los casos, la inflación de
junio sería la más alta de 2018, ya que reflejará el impacto de la
devaluación y de las subas en los precios de combustibles y transporte.