Por su parte, los sectores que tuvieron incidencia positiva sobre el
indicador fueron Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler
(4%), Intermediación financiera (10,8%); y Construcción (4,4%).
Según
datos del ente estadístico, la actividad económica disminuyó un 1,4 por
ciento respecto al mes previo en la medición desestacionalizada.
• La sequía y el salto cambiario
La
consultora Ecolatina da cuenta en su informe, que al igual que en
abril, el retroceso observado en el EMAE de mayo se respondió en buena
medida a un shock exógeno: el impacto de la sequía en la producción
agropecuaria. Sin embargo, la fuerte contracción también obedeció a la
merma de sectores claves: la producción industrial cayó 1,3% i.a. (tras
doce meses consecutivos de expansión); el sector Transporte y
comunicaciones se contrajo 4,9% i.a.; y el suministro de electricidad,
gas y agua bajó 1,4% i.a.
El EMAE de mayo de 2018 muestra que el
enfriamiento del nivel de actividad ya comenzó a extenderse lo largo de
la economía local: excluyendo al sector agropecuario, el EMAE hubiese
crecido sólo 0,6% i.a. (vs. la expansión del PBI sin agro de 3,5% i.a.
del primer cuatrimestre del año)
Ecolatina advierte que el impacto de
la sequía fue clave a la hora de explicar la caída de los últimos dos
meses, y ya comienza a sentirse el efecto negativo del salto cambiario
en el resto de los sectores productivos, cuyo mayor impacto se sentirá
en la segunda mitad del año.
En síntesis, el informe de la consultora
concluye que "producto de la sequía y el deterioro de la demanda
interna (el impacto de la corrida cambiaria sobre la inflación y las
tasas de interés desalientan tanto al consumo como a la inversión), el
PBI no crecerá en 2018, ubicándose por debajo del rango de expansión de
la actividad mencionado en la Carta de Intención con el FMI (0,4% a
1,4%)".