LA BOMBA LELIQ
La política explosiva del Central para contener el dólar cambió de nombre. Desacreditadas las Lebac, llegó el turno de las Leliq. El Banco pagó ayer hasta un 74% de tasa y “absorbió” 234.000 millones en solo 72 horas. Cada día se pagan casi mil millones en intereses. Por Federico Kucher
El Banco Central continuó ayer con la estrategia monetaria ultra contractiva.
La tasa de interés de las Leliq subió al 74 por ciento y la entidad
absorbió cerca de 110 mil millones de pesos del mercado. El organismo
había retirado otros 53 mil millones de pesos el martes y 71 mil
millones el lunes. Estas letras de corto plazo usadas para retirar los
pesos de los bancos adelantan problemas de consistencia macroeconómica
para los próximos meses. El stock de deuda ya se ubica en torno de 500
mil millones de pesos y se pagan por día casi mil millones en intereses.
El Central le cambió el nombre pero el nivel de exposición financiera
generado con las Lebac empieza a replicarse ahora con estas letras, en
las que únicamente puede invertir la banca.
Un brillante de Machinea
La
autoridad monetaria usa las Leliq para retirar liquidez de circulación
y moderar la presión cambiaria. El dólar cerró ayer en 38,71 pesos, con
una baja de 27 centavos en la jornada y de 3 pesos en la semana. La
apuesta del Central es simple. “El tipo de cambio no puede subir de
manera persistente si no hay pesos nuevos dando vueltas”, indican. Se
trata de una propuesta de manual para intentar contener la tensión
cambiaria que se arrastra hace cinco meses. Esta estrategia monetaria no
genera dudas en el corto plazo. La advertencia se concentra en el
mediano. Los economistas del mercado aseguran que el Central está
construyendo una nueva bomba financiera. El stock de deuda en Leliq ya
subió un 43 por ciento en los últimos 30 días. Ayer se absorbieron
109.519 millones de pesos, con una tasa de corte promedio del 71,3 por
ciento anual y una máxima del 74 por ciento.
El consultor Walter
Graziano es uno de los más críticos. Las cuentas que hace indican que la
tasa del Central está generando un déficit cuasifical (desequilibrio
por el incremento de los pasivos monetarios) equivalente a 5 puntos del
PBI. “La emisión monetaria (oculta) en forma de déficit cuasifical
asciende a unos 782 mil millones de pesos al año, o sea 20 mil millones
de dólares (equivalente a 5 puntos del PBI). Si esta cifra se suma al
rojo financiero del Tesoro de 3,3 puntos, implica un déficit fiscal
consolidado superior a 8 por ciento del PBI”, dijo. El economista
advierte que la tasa de interés en los niveles actuales no seca la plaza
de pesos sino que genera fuertes desequilibrios monetarios para los
próximos meses. Las deudas del Central, cuando crecen exponencialmente,
terminan por no renovarse. Las Lebac son el antecedente más sencillo
para observar las consecuencias del déficit cuasifiscal.
El
incremento de los pasivos del Central no es casualidad. Se trata del
resultado de la nueva estrategia monetaria. La entidad quiere llegar a
junio del próximo año sin emisión y para lograrlo la única alternativa
es no imprimir nuevos billetes. La base monetaria se incrementa por tres
motivos. El primero ocurre cuando el Central imprime pesos para comprar
dólares en el mercado (y aumentar el nivel de las reservas). Sandleris
prometió que no emitirá por esta vía a menos que el tipo de cambio baje
de 34 pesos. El segundo factor de emisión esta vinculado con el déficit
fiscal. El Central no imprimirá ni un peso para girarle al Tesoro. Esto
implica que la meta de emisión cero dependerá principalmente del tercer
factor: la esterilización. El Central deberá renovar todos sus pasivos
monetarios y los intereses generados por estas deudas para evitar que
los pesos prestados vuelvan a circular en el mercado.
La forma que
tiene el Central de convencer a los inversores de renovar estas deudas
(y evitar que suba la cantidad de pesos en circulación) es pagando una
tasa de interés cada vez más elevada. La autoridad monetaria incrementó
en menos de una semana las tasas de Leliq de 60 a 74 por ciento y
adelantó que la seguirá aumentando todo lo que haga falta para cumplir
con la meta de emisión cero. El último dato de la autoridad monetaria
precisó que las Leliq sumaban un stock de 434 mil millones de pesos al 1
de octubre. La deuda supera 500 mil millones de pesos si se agregan las
colocaciones de los últimos dos días hábiles. Se trata de un monto
superior respecto de la deuda de Lebac (340 mil millones de pesos) y que
obliga al Central a desembolsar mil millones de pesos diarios en
intereses (cifra equivalente a unos 26 millones de dólares).
Los
bancos embolsan estos pagos y los reinvierten en las Leliq en lugar de
prestarlos al sector privado. La demanda de créditos de las empresas y
de los consumidores se frenó por la recesión y prestarle pesos a la
autoridad monetaria a tasas de más del 70 por ciento parece una decisión
adecuada para la banca. Los últimos días, con un dólar en baja y
rendimientos en pesos en alza, las entidades financieras hicieron una
importante ganancia de corto plazo. El problema es para el Banco
Central: no puede seguir renovando permanentemente esta deuda sin un
grave deterioro de su patrimonio, y si no renueva la deuda, vuelve a
exponerse a nuevos episodios de crisis y corrida cambiaria.