Escándalo en la Corte: Ricardo Lorenzetti acusó a Carlos Rosenkrantz de haber generado "un clima de tensión, de temor y de amenazas telefónicas"
Lo hizo a través de una carta con conceptos muy duros
"El clima de tensión, de temor, de amenazas telefónicas, de falta de respeto de los derechos del trabajador y de la persona humana, así como de los procedimientos internos de la Corte, fue lo que generó la paralización momentánea". Con párrafos de esa dureza, Ricardo Lorenzetti le envió ayer una carta a su sucesor en la presidencia de la Corte Suprema, Carlos Rosenkrantz.
Esto sucede en medio de la disputa que se abrió en el máximo tribunal por el control del Centro de Información Judicial (CIJ).
Sucede
que Rosenkrantz ordenó, a través de una resolución interna, que el
secretario general de Administración proceda a recuperar "la totalidad
de los dispositivos tecnológicos" y las claves necesarias para la
administración del Centro de Información Judicial (CIJ), la web oficial
del máximo tribunal a través de la cual se suelen difundir novedades del
Poder Judicial.
La resolución es inédita y expuso una disputa
interna entre la nueva y la vieja conducción del tribunal por el control
del portal de noticias judiciales. Sucede que la firma del escrito
vulnera una tradición de que cualquier medida sobre el funcionamiento de
oficinas dependientes de la Corte debe discutirse y adoptarse por
acuerdo en una reunión entre ministros.
A raíz de esto, en su carta
al actual presidente de la Corte, Lorenzetti señala: "Lamento muchísimo
semejante mediocridad pero, estando en juego el prestigio de la
institución, me veo obligado a contestar".
Y a partir de ahí enumera
una serie de hechos. "Hace muy pocos días, Usted se apersonó en el
despacho de la Secretaria de Comunicaciones efectuando expresiones que
contrarían las directivas de la política de Estado en materia
comunicacional, proponiendo una suerte de privatización del Centro de
Información Judicial (CIJ)", señala.
Y sigue la carta: "Ante la
respuesta de que eso debía ser decidido por la Corte, y no sólo por la
futura presidencia, hubo expresiones que se apartan notoriamente de los
criterios de respeto que se le deben a un Secretario de Corte (que tiene
el rango de un juez de Cámara), de la política de género y protección
de la mujer que la propia Corte lleva adelante, y de la independencia
que se le debe a un periodista profesional".
Agrega Lorenzetti: "No
hay ninguna razón para este tipo de medidas autoritarias, sorpresivas,
que no fueron habladas entre los ministros, que provocan un escándalo
que no hace nada bien al tribunal".
Lorenzetti sostiene que "la
presidencia no es un área personalista y concentrada, sino
descentralizada y participativa". Y relata en forma detallada cómo
surgieron el CIJ y la Dirección de Comunicación Pública a lo largo de
los años.
Para concluir: "Creo firmemente que el cambio de
presidencia de la Corte Suprema no puede modificar los principios
fundamentales de su funcionamiento y de su jurisprudencia. Ha costado
mucho sacrificio cambiar lo que había, sufrimos muchas presiones, pero
construimos una estructura de principios y valores que nos sostuvo todos
estos años y que defenderé".
Este martes, y en medio del clima
hostil que se vive en la Corte Suprema, Rosenkrantz y Lorenzetti se
mostraron junto al presidente Mauricio Macri y el resto de los miembros
de la Corte Suprema en la cumbre del J20.