El dilema de los supermercadistas: no pagar bono, despedir empleados o bajar las persianas
Los empresarios del sector alertaron por una suba de los costos productivos, la competencia desleal con comercios orientales y la caída de las ventas. "Así no se pueden pagar los aumentos acordados", dijo Fernando Aguirre, vocero de la cámara.
El dilema de los supermercadistas: no pagar bono, despedir empleados o bajar las persianas.
Llegan las Fiestas y los empresarios supermercadistas prenden una vela.
Su deseo más profundo es que las ventas minoristas por Navidad y Año
Nuevo repunte las abruptas caídas sufridas en los últimos meses y
morigeren el impacto de los altos costos productivos.
“El riesgo es
muy serio. La rentabilidad ha caído totalmente, muchas empresas trabajan
a pérdida desde hace varios meses y hay serios riesgos de cierre, lo
que implica pérdida de empleo en blanco. Las autoridades no están
tomando nota de esto”, advirtió el vocero de la cámara de supermercados
nacionales, Fernando Aguirre.
“Cuando una cadena grande dice me voy
del país, todo el mundo corre, desde el Presidente a los ministros, pero
cuando un supermercado mediano cierra nadie se entera. Cuando los
pequeños protestan nadie reacciona”, se quejó el portavoz en diálogo con
radio Continental.
Desde la entidad lamentan que la pérdida de
puestos de trabajo registrado pasa a engrosar las filas del trabajo en
negro. “Cuando un comercio nacional cierra, en el interior del país es
desplazado por uno oriental, que dentro de su modelo de negocio tiene a
la evasión fiscal y el empleo precario”, describió, y agregó que en la
Argentina “no se toma conciencia de esta situación”. Se estima que los
super denominados “chinos” tienen hasta 70% de empleo no registrado.
La
crisis del sector llevó a que los empresarios mantengan reuniones con
la AFIP y la Secretaria de Comercio, hoy a cargo de Marisa Bircher y el
subsecretario Ignacio Werner.
"Nos hemos reunimos un montón de veces,
y se hacen cosas, pero se hacen lentamente y el riesgo es muy serio"
(Fernando Aguirre, vocero de supermercados)
"En la Capital Federal no
queda un supermercado nacional pequeño porque fueron destruidos todos y
hoy eso puede pasar en el interior del país", agregó el dirigente de la
CAS.
Datos
Los últimos datos del INDEC reflejan que las ventas en
shoppings cayeron 15,1% en septiembre a precios constantes, sin tener
en cuenta la inflación, mientras en los súper bajaron 7,9%. Si se toman
los primeros nueve meses del año, las ventas ascendieron a $ 239.156
millones solo en las tiendas, con una baja interanual del 0,2% con
relación al mismo período del 2017. Si bien las ventas en supermercados
por el canal online subieron 58,7% en septiembre, por ahora sólo
representan el 1,5% del total.
Pero además golpea la inflación. Según
el relevamiento mensual realizado por el diario Ámbito Financiero, los
precios de los alimentos y productos de higiene personal y de limpieza
subieron 4,2% en comparación con octubre, número apenas por encima de la
inflación estimada, según privados, para este mes, entre 2,5% y 3%.
En
este marco, Aguirre identificó la encrucijada que atraviesan los
supermercadistas argentinos: no pagar el bono de $ 5.000 o el aumento de
20% pactado con Armando Cavalieri, despedir a sus trabajadores o
directamente bajar las persianas de los negocios.
Dilema
El
Sindicato de Empleados de Comercio anunció la semana pasada que acordó
un incremento salarial del 20%, lo que acumula una paritaria del 45%. El
incremento que se logró convenir con la cámara empresaria es
independiente del bono previsto para fin de año y se compone de la
siguiente manera: 7% en enero, 7% en febrero y 6% en marzo, lo que
totaliza un 20%, y se suma al 25% ya acordado. Pero hay dudas sobre el
cumplimiento efectivo de estos pagos. En la cámara aseguran que
arrastran una pérdida de rentabilidad de por lo menos 15%.
"Las
cadenas medianas, que son líderes en sus provincias o ciudades, que son
pymes, están muy amenazas por el aumento de costo y por la competencia
de los que tiene ventajas ilegales. La verdad es que no se pueden pagar
los aumentos acordados", insistió Aguirre.
“Esperamos que en
diciembre repute. El bono todos tratan de pagarlo, pero así no se pueden
pagar los aumentos acordados de 20%. La gente lo merece, pero el
supermercado pequeño no lo puede pagar. O despide gente y achica el
plantel, o tiene que cerrar. Ni si quiera puede pensar en pedir un
préstamo. Estamos complicados, no es un problema fácil de solucionar”,
concluyó el vocero.