Acampes en supermercados y ollas populares
"Hay que aguantarlo a Macri diciendo que la pobreza bajó"
Las organizaciones sociales salieron a la calle para reclamar un aumento en el monto del salario social complementario y más partidas para los comedores. Montaron un acampe frente a grandes hipermercados para hacer visible el impacto de la inflación sobre el precio de los alimentos. Dijeron que el Presidente "vive en un país imaginario". Por Laura Vales Imagen: Bernardino Ávila “La Canasta Alimentaria tuvo una inflación del 54 por ciento. En los barrios hay compañeras que están sosteniendo a la familia entera con un plan social de 6 mil pesos, es una situación imposible… y encima hay que aguantarlo a (Mauricio) Macri diciendo que la pobreza bajó, que hay más puestos de trabajo o que estamos avanzando. Vive en un país imaginario. Lo invitamos a que venga a los barrios”, desafió, megáfono en mano y frente al operativo que custodiaba el hipermercado, un referente del FOL (Frente de Organizaciones en Lucha).
Con cinco acampes frente a grandes supermercados de la Ciudad de Buenos
Aires, desocupados de las organizaciones sociales le reclamaron al
gobierno un aumento en el monto del salario social complementario y más
partidas para los comedores. La jornada de protesta también incluyó
ollas populares, la principal instalada en el Obelisco.
Salieron a
la calle las tres organizaciones del triunvirato de San Cayetano (CTEP,
Corriente Clasista y Combativa, CCC), el Frente Darío Santillán, el
FOL, el Movimiento de Resistencia Popular y el Frente de Organizaciones
Barriales. En estos movimientos –especialmente en los más chicos— hay
mar de fondo a raíz de que la ministra de Desarrollo Social, Carolina
Stanley, dio de baja, señalan, planes prometidos para enero y febrero de
este año.
El ajuste denunciado en los programas que maneja
Desarrollo Social fue coincidente con la decisión del macrismo de
aumentar la Asignación Universal por Hijo, un ingreso de carácter
universal. Los dirigentes de las organizaciones sociales tuvieron el
martes, antes de esta jornada de protesta, una última reunión con
funcionarios de Desarrollo Social en la que les plantearon que no hay
recursos suficientes para acceder a sus pedidos.
Además de una
suba en el salario social complementario, que hoy es de 6 mil pesos, el
reclamo es para que la cartera de Stanley envíe mayores partidas de
alimentos a los comedores barriales.
Al acampe frente al Coto de
Constitución fueron unas quinientas personas. Casi todas eran mujeres.
La mayoría llegaron desde los barrios del sur del conurbano, después de
viajar en el ferrocarril Roca, aunque también había vecinas de La Boca y
de la zona donde se realizó la protesta.
“Nosotros tenemos un
comedor en la calle Brasil al 1500. El Estado nos manda doscientas
raciones, pero tenemos 240 comensales y la propia dirección de comedores
del gobierno porteño nos sigue mandando más. Se presenta la gente para
comer pero no nos alcanza la comida. Algunos llegan con un papel de
derivación que les dan en el Centro de Gestión y Participación. ¿Cómo
quieren que hagamos?”, se preguntó Andrea Goldberg, del Movimiento
Resistencia Popular.
Los manifestantes cortaron uno de los
carriles de la calle Lima, frente a a Plaza. La puerta del supermercado
permaneció custodiada por la infantería, pero el local no cerró sus
puertas. Los referentes de las organizaciones explicaron que en esta
oportunidad no pedirán alimentos a las empresas. El objetivo de la
protesta es en realidad hacer visible el impacto de la inflación sobre
el precio de los alimentos. Los acampes se mantendrán hasta mañana al
mediodía.