En sólo un mes, las reservas perdieron el 80% del último desembolso del FMI. Ayer, cayeron u$s1.926 M por pago de deuda
por Juan Strasnoy Peyre
Las reservas del BCRA perdieron ayer u$s1.926 millones luego del pago de unos u$s1.600 millones por capital e intereses a los tenedores del Bonar 2024, el principal título de referencia de la deuda argentina. Se descontaba una caída importante pero el número despertó preocupación porque el Gobierno no logró retener a los inversores. El grueso de los bonistas recibió los dólares y, en lugar de reinvertirlos, los sacó del país. Así, se aceleró la sangría de divisas que en menos de un mes se llevó el 80% de los recursos que ingresaron por el cuarto desembolso del FMI.
Uno de los datos clave a seguir ayer era cuánto del ese vencimiento
podía retenerse en activos argentinos, que en el último mes sufrieron un
duro castigo ante una ola vendedora a raíz de los temores de default
durante el próximo mandato, cuando vencerán cerca de u$s150.000 millones
de deuda pero ya no habrá dólares del Fondo de respaldo. La caída de
las reservas fue elocuente: como ocurrió en abril con el pago del AA19
por u$s3.500 millones, los inversores salieron en estampida.
"Es un
pésimo dato porque no sólo no se retuvo absolutamente nada sino que
encima se fue más de lo que vencía", planteó el analista Christian
Buteler. En esa línea, Santiago López Alfaro, de Delphos, advirtió:
"Baja reinversión en bonos argentinos. Mejor que vayan pensando alguna
opción para el vencimiento en junio de u$s1.500 millones del dólar link
A2J9".
El resultado preocupó dentro del oficialismo. Es que, a partir
del aval del Christine Lagarde para vender las divisas provenientes de
su crédito para contener el dólar, la evolución de las reservas se
convirtieron en uno de los datos clave a monitorear ya que marcan el
"poder de fuego" del que dispone el Central para enfrentar una eventual
corrida cambiaria. Sin ir más lejos, ayer el mercado cambiario desafió a
al Central (ver aparte).
Pese a que las reservas brutas cerraron
ayer en u$s68.926 millones, un número abultado, en términos netos (lo
que realmente tiene a disposición el BCRA) se ubica entre u$s20.000 y
u$s30.000 millones, según el cálculo de distintas consultoras.
La
velocidad de la caída es lo que encendió las alarmas. Desde el 9 de
abril, cuando el FMI depositó su cuarto envío por u$s10.835 millones,
las reservas perdieron u$s8.555 millones, el 80%. Una sangría mucho más
rápida que en los anteriores desembolsos, que duraron entre dos y tres
meses. Sólo en los cuatro días hábiles de mayo se fueron u$s2.729
millones.
Hacienda había acortado el vencimiento de las Letes que
licitó entre el lunes y ayer de 217 a apenas 80 días para evitar que su
vencimiento caiga después del 10 de diciembre e intentar retener por esa
vía parte de los dólares salientes del Bonar 2024. Finalmente, colocó
u$s988 millones en las letras con vencimiento el 19 de julio a una tasa
nominal anual del 4%, casi la totalidad de los u$s1.000 millones que
había puesto en juego aunque sólo el 73% de lo que vencía. Además,
adjudicó $31.127 millones en Lecaps a 49 días de plazo con una tasa
59,4% anual.