Este domingo, el peronista Juan Schiaretti sacó casi 60 puntos en Marcos
Juárez, casi 35 más que su inmediato competidor, Mario Negri.
Esos
números pegaron muy fuerte en Casa Rosada por el contenido simbólico.
"Perdimos hasta en la Recoleta cordobesa", reconocían en el Gobierno
esta noche, en referencia al histórico bastión del PRO en donde suele
superar los 70 puntos.
La paliza fue mucho mayor a la esperada en
todos los puntos de la provincia. En la capital Schiaretti superó el 50
por ciento de los votos y arrastró a la UCR a una derrota histórica: no
perdía con el PJ desde 1973.
Luego de meses de padecer la interna
propia en Córdoba con una llamativa inacción, en la Rosada comenzaron a
girar la estrategia discursiva para restarle importancia nacional al
triunfo de Schiaretti y mostrarlo como un amigo de Macri. Pese a que
habían instalado a Elisa Carrió en la provincia en los últimos 15 días y
usaron la carta de la gobernadora María Eugenia Vidal para apoyar a
Negri. Conocidos los resultados el ministro del Interior, Rogelio
Frigerio, llamó a Schiaretti para felicitarlo y luego tuiteó que desde
el Gobierno seguirán "dialogando y trabajando juntos codo a codo para
todos los cordobeses".