En los últimos tres años todo cambió. “En el 2015 eramos 1460
trabajadores y con proyección a crecer, hoy somos 640. El golpe más
fuerte fue el 18 de diciembre del año pasado, cuando despidieron a 175
compañeros, en una ciudad donde no llegamos a 75.000 habitantes. La
planta da trabajo a toda la zona norte de la provincia”, explicó Darío
Vera, delegado regional de la Unión de Trabajadores de la Industria del
Calzado de la República Argentina UTICRA.
El 7 de junio,
volvieron a despedir a 97 trabajadores, de los cuales fueron
reincorporados a ocho. “La mayoría son madres solteras sostén de familia
y estamos tratando de reincorporar a más compañeros. Estamos desde el
día de los despidos en conciliación obligatoria hasta el martes 2 de
julio”, explicó Vera a BAE Negocios.
El martes pasado tuvimos la
segunda reunión conciliatoria, “pedimos la garantía de mantener los
puestos de trabajo, una paz social por lo que resta del año”, señaló.
“Nike
redujo los pedidos, la misma empresa Dass es la que le importa el
calzado deportivo que se dejó de fabricar en la planta. Cayó
estrepitosamente el consumo interno y subieron las importaciones, que
hoy son indiscriminadas”, eso perjudicó a los trabajadores, contó Vera.
La
suba de las importaciones impacta en todos los niveles, hace pocas
horas se conocía la noticia que Iveco dejaría de fabricar las cabinas de
los camiones y desde noviembre las traería listas de Brasil. Medida que
pone en riesgo a más de 200 trabajadores de la planta cordobesa de
Ferreyra.