La dinámica de la crisis no da tregua, catapultada por el peso de la
deuda, a todas luces impagable, que dejará en herencia Mauricio Macri,
después de la emisión récord de más de US$190.000 millones en cuatro
años. El estallido de la corrida en agosto y la debilidad política del
Ejecutivo actual como coletazo de su contundente derrota en las PASO
precipitaron los hechos y abrieron un agujero negro temporal que
inrcementó la incertidumbre: con el candidato que todos descuentan
ganador todavía no formalmente electo, el FMI suspendió el envío de los
US$5.400 millones pendientes, mientras que los acreedores privados, las
calificadoras e incluso el BID y el Banco Mundial entraron en un compás
de espera hasta que puedan sentarse a renegociar con un Alberto
Fernández oficializado por las urnas.
BAE Negocios participó de la
conferencia Inside LatAm 2019 organizada por Moody's y realizada hoy en
el hotel Four Seasons. Allí, Torres remarcó: “Reperfilamiento es
default. Porque no se van a pagar los vencimientos en tiempo y forma. Y
un reperfilamiento de mediano y largo plazo es nuestro es nuestro
escenario base, lo damos por sentado”. Por eso, ratificó que la firma
volverá a recortar la calificación argentina. “Hoy el país está en el
escalón 18 de 21. Tiene una nota Caa2, que incluye a los países que
están en default, y la estamos revisando para una baja mayor”, anticipó.
El actual es el menor nivel desde 2003. Durante el mandato de Macri, la
firma había subido la nota de B3 a B2 después del pago a los fondos
buitres, un escalón igualmente integrado por países con alto riesgo de
reestructuración.
Consultado sobre si considera posible una extensión
de plazos sin quita, como promovió el Ejecutivo, el directivo de
Moody's consideró que “cada vez es menos relevante para el mercado lo
que quiera hacer este gobierno; importa lo que quiera el próximo”. Así,
aseguró que el proceso de reestructuración se definirá recién tras el
cambio de mandato.
Según Torres, “los números de Argentina son
consistentes con la posibilidad de pagar la deuda” pero, para poder
hacerlo, “se necesita que el mercado crea en el proyecto del próximo
gobierno y le preste”. En ese sentido, Alberto Fernández reafirmó hoy en
un encuentro de la Fundación Mediterránea que pagará los compromisos y
planteó que apuntará a una reestructuración a la uruguaya (ver aparte),
es decir, con extensión de plazos pero sin quita.
Sin embargo, el
mercado prevé un escenario distinto. Pese a que Torres también habló de
un caso similar al de Uruguay, la nota actual, Caa2, adelanta una quita
del 20% y una eventual baja a Caa3 sería consistente con una del 35%.